Una nueva oportunidad para Mérida

Hace unos meses en esta misma sala del Cabildo de Mérida (Yucatán), comentaba que la ciudad no crece ni desordenada ni mal planeada, sino que más bien se ha ordenado y planeado para favorecer ciertos intereses, y lo sigo diciendo, ya que la narrativa que se maneja sobre los problemas que empiezan a estallar en nuestra ciudad pareciera ser que es única y exclusivamente algo técnico o de un mal diseño, y no es así.

La ciudad es un ente político y, por lo tanto, su diseño y ordenamiento tiene un modelo social y económico que busca impulsar según quien gobierne; y cuando menos durante la ultimas década en Mérida el modelo neoliberal ha dejado sentir sus efectos en el desarrollo de nuestra ciudad: el crecimiento voraz de nuestra mancha urbana, el despojo de tierras, el atropello a las comunidades originarias, el encarecimiento de la vida y el daño ambiental.

Por eso, compañeras y compañeros, el desarrollo de nuestra ciudad y su ordenamiento, no es únicamente un tema de arquitectas, arquitectos, urbanistas, ingenieras. sino un acto profundamente político y es algo que nos competa a todas y todos, porque sólo así podremos diseñar una ciudad donde, cada calle, cada parque, cada espacio público refleje las decisiones que tomamos como sociedad sobre quiénes somos, qué valoramos y, sobre todo, quiénes son los que tienen acceso a los recursos que define nuestra vida cotidiana.

Hoy inicia una nueva oportunidad para poder corregir el rumbo de nuestra ciudad, inicia la posibilidad de poder dejar un mejor futuro para las siguientes generaciones. Por qué no se trata de diseñar un lugar donde se pueda vivir, se trata de planear una ciudad donde cada espacio verde, el transporte público, cada colonia, sea un reflejo del compromiso que tenemos con el bienestar de las personas y con el medio ambiente.

El programa de desarrollo urbano, insisto, es un acto político debido a que nuestras decisiones de hoy determinarán si vivimos en una sociedad inclusiva o en una donde unos pocos siguen teniendo acceso a todo, mientras otros se quedan atrás.

El nuevo programa de desarrollo urbano que se va elaborar puede ser una herramienta de transformación, de justicia y de equidad, o puede perpetuar las desigualdades e intereses mezquinos. Por eso compañeras, compañeros, miembros del consejo, del implan, presidenta. Es nuestra responsabilidad crear una herramienta que nos permita transitar a una ciudad que respete la naturaleza, que garantice el acceso a derechos a todas y todos, y que promueva la solidaridad y el bienestar de cada una y cada uno de sus habitantes.

Esperémosles y así sea.

Muchas gracias

Es ingeniero por el Instituto Tecnológico de Mérida, es diplomado en Formación de Agentes de desarrollo territorial por parte de la Universidad Autónoma de México y de la Univeridad Autónoma de Yucatán. así como en Técnicas para la evaluación de la eficiencia, eficacia y equidad en Políticas Públicas por parte de la Universidad Complutense de Madrid. Es Activista social, político, emprendedor y dirigente estudiantil. Desde joven se ha destacado por su participación a favor de las causas del pueblo. Actualmente, es Regidor por Movimiento de Reneración Nacional (Morena) en el Ayuntamiento de Mérida.