Queridos lectámbulos, en esta ocasión tuvimos la oportunidad de platicar con dos maestros de la plástica Marivi Pascual y Roberto Vázquez, quienes además de ser artistas visuales y museógrafos son dueños de la Galería Z CLUB, donde actualmente se exhibe la colección fotografica Memoria sin Tiempo de Susana Casarín.
—Marivi Pascual en tiempos de pospandemia ¿Todavía valdrían los esfuerzos para tener espacios donde puedan exponer las artistas visuales?
—Sí, vale el esfuerzo más que nunca, porque a través del arte en cualquiera de sus manifestaciones, encontramos quizá la sensibilidad, nuevas emociones del mundo que nos reconfortan, después de la pandemia nos llenan de esperanza otra vez. El mundo después de la pandemia, sin duda, es otro, más abierto, más intuitivo y amable.
—¿Qué sensibilidad desemejante de los artistas visuales observas después de la pandemia?
—La esencia de los artistas continúa, pero después de la pandemia, es decir, posteriormente del encierro, surgió el artista que sacó nuevas vertientes de su espíritu, el estar solo y enfrentarse a su arte en soledad sin olvidar el enfrentamiento de los problemas económicos. Obviamente, si los artistas no exponen, los lleva a otros caminos, en muchos casos a experimentar con otras técnicas, asimismo, experimentan otros sentimientos dentro de ellos. Experimentan nuevas formas que resultan en un arte. Norma, te reitero los artistas nunca dejan su esencia distintiva, pero si con un arte-expresión más aguda, más crítica de la situación de su realidad y la situación del mundo, observamos un arte más contestatario.
—¿Qué te mueve o impacta de la obra de Susana Casarin?
—Déjame aclarar un punto, antes de la pandemia se realizó la exposición con sus fotografías, no imaginamos lo que vendría después. De su trabajo, me mueve como trata esa paz, serenidad que podríamos experimentar. El mundo sigue su ritmo tranquilamente, no hay nada que lo detenga, es ahí en las fotos de Susana que encontramos la nostalgia el diálogo de su ser, su esencia con una visión nostálgica, matizada por sus blancos y negros, captada por su lente para confirmarnos de qué el mundo sigue, el universo está bien que podemos mirar hacia atrás viéndolo con optimismo.
—Esta exposición Tiempo sin Memoria de Susana Casarin, como curadora-galerista, ¿qué te deja?
—Una enorme satisfacción de poder exponer y que otra gente pueda experimentar lo mismo que nosotros en la Galería Z CLUB. El mundo ha sido de esta manera reflejado en la obra de Susana Casarin, existe una nostalgia del mundo hay una técnica en Susana única y excelente, su forma de cómo ella maneja la foto tiene una presentación impecable, por supuesto de su alma, es algo que nos da serenidad, en estos tiempos es muy necesario e importante, es totalmente su nostalgia.
—En su exposición la acompañan las otras artes, las Ciencias Humanas ¿Por qué conjuntarlas?
—Tenemos que apostar por el espíritu y que las artes, cualquiera de ellas, es lo que mantiene vivo, al espectador. Sin espíritu el mundo va peor, hay que apostar por todas las artes, apostar por nuestro espíritu y por ser más humanos. Las artes nos dan un paso directo a esa espiritualidad tan necesaria.
—Gracias Marivi Pascual. Ahora, Roberto Vázquez, cuéntanos, en pleno siglo XXI, es un reto tener una Galería después de la pandemia con las problemáticas económicas, sociales a nivel global ¿Qué te mantiene?
—Bueno, fundamentalmente, no hubo mucho tiempo para pensar el tema, la situación de hoy nos aborda en el aspecto de que la Galería la empezamos hace tres años. Un año antes de la pandemia estábamos en otro espacio de la colonia Roma Sur, por el cual el nombre de la Galería Z CLUB. Nos fundamos en la letra Z, nombre de la calle Zacatecas y CLUB, porque al final estábamos conscientes que era una Galería en este siglo, en situación de qué las cosas son cada vez más difíciles o no. Cuando abrimos la Galería o el CLUB – Galería, al final, lo que intentamos era que tuviera un concepto no igual al panorama de todas las galerías, por eso no es una galería como de aquel viejo esquema, porque al final lo que tratamos de hacer es impulsar a los artistas que en algún momento necesitan un espacio para ir exhibiendo su obra sin necesidad de tener en nuestro club una exposición de una primicia.
Básicamente, nos enfocamos en que, para cada artista, joven o viejo artista, esté abierta la Galería, que todo artista plástico, fotográfico, escultor tenga un espacio para exhibir, pero también para vender y dentro de este esquema de venta que hemos generado, evidentemente, la Galería obtenga su ganancia. Dicen las malas lenguas que generalmente una Galería tiene una comisión muy alta de venta, normalmente es del 50 %, incluso, hasta el 60% de utilidad sobre la venta. Nosotros no queríamos eso, porque yo soy artista, soy fotógrafo, he exhibido, incluso, exhibí hace tres meses en mi Galería con otro amigo fotógrafo, Mike Gómez. Todos los artistas se arriesgan para exhibir sus ideas, para manifestar sus proyectos. Nos subimos a este tren, trolebús, a este medio, para que ayudáramos, de alguna forma, a los artistas a que exhiban y vendan. Hoy sabemos que es un riesgo, después de la pandemia, por la fuerte crisis económica, la guerra entre Rusia y Ucrania que afecta al resto del mundo.
—¿Cómo se encuentra la Galería Z CLUB referente a la situación económica?
—Hemos notado una baja de asistencia y en la venta de nuestra Galería. Al final de nuestro proyecto de nuestro esquema de Galería, lo que llamamos como un pop pop, el famoso de Galería, tampoco sabemos cuándo vamos a abrir, no hay un calendario fijo. Las cuatro próximas exhibiciones, tampoco los anunciamos.
—¿Cómo difunden sus exhibiciones?
—Nos ha ayudado la difusión de los medios en redes sociales, hoy en día es más fácil anunciar, la respuesta es inmediata. Si no tienes coleccionistas, estamos trabajando en eso. En este año que abrimos en este nuevo lugar, hemos tenido alrededor de diez exhibiciones en todo el año, me jacto decirte que en dos de ellas vendimos toda la obra de los artistas, en esta exhibición va poco a poco, estamos conscientes que fue una época difícil por muchas razones de las que te he comentado, seguimos adelante apostando bien y apoyando a los artistas.
—¿Hay esperanza para los artistas visuales en el medio cultural?
—Evidentemente, la cultura nunca va acabar, la cultura es humana, habrá países que veten estos temas, pero ya sabemos lo que pasa cuando se veta la cultura, sobre todo, cuando se trata de frenar la expresión cultural de un pueblo, incluso, de una colonia.
—Platícame de la Permacultura
—Hoy en día existen proyectos muy hermosos, como proyectos de colonia con la Permacultura, empieza otra vez a tomar un espacio estas pequeñas comunidades, tanto de pueblo como de colonia, vecindario, barrio; creo que esto no va a terminar nunca en la vida.
—La colonia San Rafael es una colonia añeja con historia ¿Qué te atrajo de ella para trasladar la Galería Z CLUB?
—Evidentemente, hay una ayuda que se ha venido dando sin planearla, la colonia como tú lo dices, es una colonia es añeja, posiblemente, de más de 100 años, una colonia que tuvo su época dorada. Tener unos palacios de casas más que las colonias Santa María y Santa Rafael en algún momento les llegó la decadencia porque se van haciendo viejas las colonias más cuando no les dan mantenimiento.
—La exposición Memoria sin Tiempo de Susana Casarin muy acorde al tema de la soledad, nostalgia, el desasosiego, la ausencia del ser humano; los lugares que en algún momento tuvieron vida efervescente por los paseantes, dime ¿Fue planeada esta exposición en este momento y nuevo espacio para la obra de la fotógrafa mexicana Susana Casarin?
—Fíjate que a Susana Casarin tengo muchos años de saber de su obra más no de conocerla. Yo, como fotógrafo, me enteraba de lo que creaba, al final, en este camino andamos los artistas, fotógrafos. De Susana, conozco la obra que le ha dedicado su tiempo, cuerpo y alma entera que es el medio de las Transgénero; ahora, esta exhibición fue un poco si lo vemos como coincidencia, se da en una colonia de remembranza.
No serán las colonias afamadas como la colonia Roma Sur y Norte, la Hipódromo Condesa con sus cafés, galerías, una gentrificación hecha y derecha. Creo que las colonias San Rafael y Santa María están en ese proceso que entramos en él, podría ser coincidencia, también la obra de Susana Casarin encaja perfectamente en este momento, tenerla en exhibición aprovechando la Galería Z CLUB. Buscamos obras representativas de cada artista, también de que las podamos vender de alguna forma. Sabemos que la obra de Susana en el tema Transgénero es muy compleja, por ende, vender obras de ese estilo.
Estas obras que hoy se exponen son hermosas, mueven los sentimientos de cada ser humano, muestra en sus fotos esa soledad transparente, sus imágenes son poesía, misterio, existen personajes que no sabemos de dónde provienen. Sus blancos y negros, el color sepia generan un ambiente que nos transporta al misticismo. Sí, el pasado de la colonia San Rafael es una coincidencia, al final pasan las cosas van de la mano sin querer. Aquí, estamos, Norma, son causalidades.
—Muchas gracias, Roberto y Marivi.
