Corría agosto del año 2020 cuando una llamada telefónica, vía WhatsApp, me hacía detener el auto. La lucha contra la Covid-19 en Cuba, y en el mundo, arreciaba y se avizoraban los momentos más difíciles de la pandemia, pues los números de los contagios aumentaban aceleradamente y el planeta se enfrentaba a uno de sus más complejos retos.
En medio de aquella complicada situación, llegaba la voz de Verónica García, la amiga mexicana de los tiempos de los diarios Por Esto!, para hacerme una propuesta que llega hasta hoy. Ayudar a fundar una revista digital con la colaboración de periodistas e intelectuales cubanos, que quisieran sumarse a un proyecto solidario, sin remuneración alguna. Era el espacio para las voces de todos. Nacía en la imaginación de ella, y de otros amigos, Lectámbulos, para hablar de Cultura, Arte, ofrecer Opinión.
Confieso que hasta el nombre me resultó extraño, pero quizá ahí estaba su encanto. Lo novedoso podría ser, seguro, una de las claves del éxito. Y creo que lo ha sido durante estos cuatro años de intenso trabajo, de incansables momentos para lograr su publicación, del ahínco de Verónica, Cristóbal León, Joel Manzano, Olga Rodríguez y muchos otros, de mantener a flote algo nacido en uno de los instantes más difíciles para la humanidad y que, sin embargo, logró ya consolidarse y sigue creciendo en su empeño de llegar a más.

Lectámbulos ya no sólo es una revista, su salto a un escalón más alto, como es convertirse en una editorial, dice mucho de los empeños iniciales y de la constancia de todo este periodo.
Por eso, fue muy grato participar en el desayuno de trabajo que recientemente tuvo lugar en Mérida, México, y en el que importantes figuras de la política y la cultura yucateca se dieron cita para reconocer la labor de este hermoso proyecto, que ha calado en una buena parte de la sociedad meridana y que alcanza ya a varios países en los cinco continentes.
Que Rogerio Castro Vázquez, director general y jurídico del Infonavit; el poeta e investigador Rubén Reyes Ramírez; el deportista internacional y político Romel Pacheco; el cónsul de la mayor de las Antillas, Raisel Calvo Margolles; estuvieran entre los invitados presentes, dice mucho del prestigio alcanzado y de la madurez con que cuenta en sólo 4 años.

Y es bueno rememorar a varios de quienes, desde Cuba, y al llamado de colaborar con algo que nacía en medio de complejas circunstancias, se sumaron sólo por amor y convicción, porque sabían que encontrarían en Lectambulos el espacio ideal para ofrecer sus puntos vista.
Recuerdo ahora a Pedro de la Hoz, fallecido recientemente, y uno de los más entusiastas colaboradores, que, de sólo mencionar la posibilidad de tener un espacio para reflexionar sobre la cultura, asumió con la misma pasión de siempre, la escritura de sus excelentes textos. Igual hoy agradecemos a su esposa Virginia Alberdi, que dijo sí desde el primer momento; a la doctora Marta Núñez Sarmiento, una de las más destacadas colaboradoras, que con su sapiencia nos ha puesto a reflexionar sobre los grandes retos de las mujeres en las últimas décadas.
Otros autores como Yurisander Guevara, Félix Sautié, Manuel Yepe, Natividad Guerrero, Alejandro Terry, María Laura Terry, Iván Torres, son también parte del catálogo de este proyecto, que ya avanza hacia sus primeros 5 años con la seguridad de que emprender siempre será una buena razón para multiplicar la vida.
Fue un placer estar presente en los festejos del 4to. aniversario de Lectámbulos y esa estela que nos va dejando a su paso, significa también, la buena salud de la que goza.
Sin dudas la revista con el entusiasmo de Verónica y Pelayo fueron importantes para que me animará a colaborar. Felicidades todos y todas las que hicieron posible llevar adelante este sueño.
Aunque he estado en silencio, claro que no los olvido y les digo hasta pronto. Fue muy grato colaborar y seguro de alguna manera continuaré contribuyendo a la salud de esta editorial. Gracias por darme la oportunidad