La vida

La vida es más que una simple sucesión finita de días. Más que un amanecer tras otro hasta un inminente final.

La vida es más que despertar, respirar, alimentarse, dormir; más que nacer, crecer, reproducirse y morir.

La vida es todo lo que acontece entre dos momentos trascendentales: nacer y morir. La vida es un crisol multicolor y una serie de claroscuros que moldean a las personas en el trayecto. No es una dualidad de bueno y malo. Es mucho más que eso. Todas las personas experimentan momentos de gran felicidad, y de gran dolor. Alegrías y tristezas, exitos y fracasos. Lo que deciden hacer con esas vivencias es lo que termina marcando la existencia.

La vida es adaptación. Es aprender la importancia de tomar decisiones. Porque todas las decisiones traen consigo consecuencias; positivas o negativas, pero consecuencias al fin.

Es muy válido tomar una decisión errónea, pero es importante saber reconocer cuando así sucede y poder aceptarlo. Pero sobre todo, saber pedir perdón cuando se ha afectado a alguien más.

El éxito no es lograr lo que pocos, ni tampoco es acumular riquezas ni posesiones. Mucho menos liderar masas. Si así fuese cuántos fracasados estaríamos deambulando a través del camino de la existencia. No es justo decirle a tu descendencia “tú vas a hacer algo grande” o “tienes que tener éxito en la vida”. Al final, éxito es llegar al desenlace de la existencia sabiendo que lo que se ha hecho ha sido honesto, ha sido de buena fe, que las malas decisiones no fueron tomadas con dolo, que se ha tratado de hacer el bien a todas las personas y que se ha vivido con rectitud, tratando de dejar tras de si un trayecto honesto y de guiar a tus hijos a hacer lo mismo. Todo lo demás, son circunstancias y cada vida tiene las suyas propias.

La vida son emociones, sentimientos, sensaciones, pensamientos, acciones, decisiones. Es mucho más que la acumulación de todo; nada está predestinado, es importante caminar por el paraje y abrir el sendero que seguiremos.

La interconexión con otros enriquece la existencia, pero al final cada quien es responsable por las decisiones que toma. Es una irresponsabilidad pretender culpar a alguien por lo que se hace o deja de hacer. Cada uno debe asumir por lo que se hace o no se hace.

La vida es hacerse responsable de la existencia. Es aprender a tomar decisiones, y guíar a los pequeños a hacer lo mismo.

Somos lo que hacemos durante la existencia. Somos las acciones y las omisiones; somos los pensamientos y los sentimientos, somos el dicho y el hecho. Somos mucho más que una simple presencia en el mundo. No existen dos vidas iguales, no existen dos personas idénticas. Incluso, nosotros mismos, nos transformamos con el paso del tiempo. Quienes prentenden que la vida sea estática están condenados a sufrir, porque la vida es cambio, la vida es transformación, la vida es evolución, la vida es movimiento, la vida no se detiene, la vida sigue siempre… aunque no se desee, aunque se pretenda que nada cambie, pero así es.

El trayecto nunca es fácil. Es inevitable experimentar dolor, físico y emocional. Los momentos dolorosos, difíciles, complicados, son partes ineludibles de la existencia, pero el equlibrio entre ellos y las alegrías, bondades y gratos momentos son los que definen el trayecto.

La vida no es un manual, no tiene consigo instrucciones. La vida se va construyendo día a día. Cuando se cree que se conoce todo, se termina aprendiendo que no es así.

Sin embargo, llega un momento de la existencia cuando vas descubriendo el sentido. A veces es al final de la existencia; a veces antes. Y cuando crees que ya sabes todo, la misma vida te enseña que sigues siendo un aprendiz.

Pero sobre todas las cosas, la importancia de la vida es vivirla. Vivirla responsablemente, vivirla sin miedos, pero siempe con prudencia. Vivirla sabiendo que todos somos parte de algo más grande que nosotros mismos, pero que somos importantes en el trayecto y que nuestra presencia es invaluable.

La huella que debemos dejar es simplemente en la gente cercana a nosotros. Nuestros nombres no tienen por qué quedar registrados en los libros de historia de la humanidad, pero si tienen que quedar indelebles de manera positiva en la memoria de todos aquellos que caminaron el sendero de la vida a nuestro alrededor, y si se puede, que trascienda un poco más que ellos.

En un momento en que mi trayectoria está más cerca de su fin que de su inicio, sólo puedo decir que sigo siendo un aprendiz de la vida. Que sólo puedo dejar como consejos el que la vida es una sola y que es importante vivirla sin miedos, que es importante tratar de tomar decisiones honestas y olvidar el egoísmo; que ser exitoso es terminar el día sabiendo que has sido honesto, que es más importante amar que odiar, que es más importante la presencia que la opulencia, que es importante decir “te quiero”, que es importante pensar en el mañana, pero sin olvidar el ayer. Que es importante llegar al final y decir “he hecho lo mejor que he podido” sin lamentos.

La vida es mucho más que ayer, mucho más que mañana, pero para todos la vida debe ser simplemente el hoy.

Doctor en Ciencias de la Educación con más de 25 años de experiencia en educación. Asesor Técnico Pedagógico de Secundarias en Yucatán, México y catedrático de los programas de Licenciatura, Maestría y Doctorado en el ámbito educativo en diferentes Instituciones del Sureste de México. Integrante de equipos Nacionales y Estatales en el proceso de la Reforma de la Educación Secundaria en el 2006 e integrante de mesas técnicas estatales del nivel de secundaria. Capacitador Nacional y Estatal en los procesos de reformas educativas en el 2006 y 2011. Tallerista y ponente en Congresos Internacionales, nacionales y locales del ámbito educativo y de la lectura y la escritura.