La exposición presentada en el Taller 62 (un espacio propicio para el arte) nos adentra a un viaje de retorno, un reencuentro del Ser que atravesó su propia esencia para evolucionar por razón de la meditación zen y alcanzar por sí mismo la capacidad de ver, de mirar aquello que se ignoró y que tras el proceso del renacimiento ahora es perceptible
México no ha sido generoso con sus artistas, por lo menos en este momento. Hago memoria al pasado, Rufino Tamayo sostuvo una gran batalla; José Luis Cuevas también luchó para exhibir sus obras...