Mi chiich Ena nos cuenta siempre relatos interesantes en las tardes calurosas que sacamos nuestras sillas a la escarpa, hoy nos recordó con la nariz que Ichuml, el poblado en el que vivimos huele a ciruelas, pero no amarillas sino rojas y moradas
Mi linda comunidad no sólo te envuelve con el olfato, el eco de los rezos atrapados en las ruinas del convento franciscano murmura que antes en este mágico lugar existieron cinco grandes pirámides mayas, las cuales, en la Navidad de 1841, como si fueran fantasmas del más allá, sacaron a toda la población después de resistir durante veinte días ataques en la Guerra de Castas haciendo sudar a la milicia federal un año para poder recuperar la ciudad.
Estar en Ichuml es teletransportarte a otra dimensión y lo confirmas cuando mi abuelita relata que es también uno de los lugares preferidos de los ovnis, siendo el año 2013 el elegido por los marcianos para aterrizar bailando no cha-cha-cha, sino jarana, justo una tarde en la que toda la población estaba a punto de disfrutar un espectáculo del circo ambulante, dejándolos sin luz y sin cirqueros por lo menos esa noche. Mi tío dice que fue un meteorito el que llegó a Ichmul; me gusta más la versión de la abuela porque me reafirma que la tierra del Mayab es una tierra hechizada, no sólo preferida por terrícolas sino también por visitantes siderales y sabios alquimistas de Marte.
Y es que mi chiich también es maga porque predice el clima sólo con la luna, ella nos dice que los primeros 18 días de enero son clave para saber si será un buen año lleno de abundante agua o uno triste todo seco y eso ayuda mucho a mi nool en sus sembradíos, él sabe con eso cuando habrá buena cosecha, yo lo veo siempre apuntando en su libreta el tiempo de cada día de enero, la forma del cielo, si hace calor o frío, si sopla el viento o todo está calmo.
Este año fue bueno, lo vemos en las sabrosas ciruelas que el árbol del patio nos regaló.
Mi querida Ivonne, puedo leer en tu relato que aunque nacida en otra tierra, una parte de tu corazón ya pertenece a tu nueva casa. El sentimiento de amor profundo por la cultura maya lo expresas sublimemente en tu relato. Nos narras mezclando la magia y la realidad, la historia y la leyenda. Con tu lenguaje simple y coloquial nos haces parte del encanto de esta comunidad. Nos sumerges en la atmósfera de Ichmul a través de los sentidos. Leyéndote, podemos percibir el olor de las ciruelas y la venida de la lluvia al miral la luna. Yo también prefiero la versón de la abuela sobre los extraterrestres. ¿Quién no querría aterrizar también en esa tierra bendita?
Gracias Brenda, aprecio tus palabras no sólo por todo el espacio de vida compartido sino por tu experiencia y competencias en el mundo bicultural o intercultural en el que te mueves como pez en el agua, agradecida porque estas letras no son sólo de la amiga sino de la académica a la que tanto admiro
Hola, como siempre hermosa historia. Ciruelas, convento franciscano sobre 5 pirámides, visitas de extraterrestres, habilidades para predecir el clima y la buena o mala cosecha, y finaliza el relato de nuevo con ciruelas. Me encantó.
Sólo que no se de la guerra de las castas, buscaré información. Saludos desde la capirucha, la temporada de lluvias se adelanto unos dias, pero es bienvenida!!
Gracias Hortensia, envidio el clima que tienes, aquí pleno mayo lleno de calor pero ya merito lluvia, un abrazo y gracias por leer mi relato
Excelente Ivonne, me encantó
Muchas gracias Laura, me gustó mucho en Ichmul el museo que tienen con las piezas que cayeron