Llegar a La Habana Vieja siempre es aire fresco, la brisa del mar Caribe se combina con la memoria que guardan los edificios restaurados del proyecto del Historiador, sólo que esta vez caminar por el empedrado para llegar a la Casa México y encontrar amigos yucatecos y cubanos reunidos para escuchar la voz de María San Felipe fue una experiencia diferente.
María San Felipe, ataviada con una blusa blanca de manga larga, estilizada con motivos revolucionarios que hacían juego con la pintura enmarcada en la pared a sus espaldas, que evocaba la Revolución Mexicana, y una falda de gasa roja, inició un repertorio compuesto por nueve canciones y catorce poemas de su autoría que conmovieron al público cubano y mexicano ahí reunidos.

Canción a canción, poema a poema, María, la poeta del puerto de San Felipe fue tocando el alma, el corazón de quienes escuchábamos. En sus letras se canta el dolor, la ausencia, el enojo, la impotencia por la partida del ser amado, el proceso del duelo hasta ir soltando, porque hay que soltar, hay que seguir viviendo, aunque el olvido, quizá no llegue, sus letras no anuncian el olvido. Es ese diálogo interior, grito ahogado que no hay mejor forma de expresar que con ayuda de la poesía y la música. Para muestra es la canción “Dile que se vaya”:
Te veo ahí sentado / rodeado de tanta gente/ y sé que tenemos pendientes / Me queda claro / que no te he olvidado / y sé que también lo sientes / Quédate un ratito más / y pídele a la gente que se vaya / mírame un ratito más / y te juro que ganamos la batalla / al miedo / al tiempo / al ruido / al silencio /a todo, todo lo que nos separa.
María San Felipe

Es la primera vez que María San Felipe visita La Habana y primera vez que la escuchan en Cuba; sin embargo, sus canciones frescas, auténticas y originales lograron su propósito: comunicar, porque si algo sabe hacer Maria San Felipe es comunicarse a través de su música. La muestra fueron las lágrimas y la ovación final de pie de todos los presentes.
Después de los aplausos, la joven cantautora mexicana compartió su emoción de dar un recital por vez primera fuera de su país natal y agradeció a todos quienes lo hicieron posible. Como colofón de tan agradable velada interpretó una canción con un ritmo más alegre, más de fiesta como la música cubana, sólo que, como ella misma indicó, con más sabor a Yucatán, la cual hace referencia a remojar el pan en la leche o chocolate, que en lengua maya se dice “chuc”, expresión que se quedó en boca de los asistentes.
“Por si volvieras” es título del recital que presentó María San Felipe, con el acompañamiento de la guitarra de Andrés Tinoco, el pasado 26 de enero, en el marco de V Conferencia Mundial por el Equilibrio del Mundo y el 60 Aniversario de la Casa México en Cuba.
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