Regresen las estatuas de Fidel y el Che

El retiro de las estatuas de Fidel Castro y Ernesto Che Guevara que integran el “Monumento Encuentro”, ubicado hasta este jueves 17 de julio, en el Jardín Tabacalera, de la Alcaldía Cuauhtémoc, en la Ciudad de México, por la alcaldesa Alessandra Rojo de la Vega, representa un acto conservador que busca borrar las huellas innegables de la hermandad de los pueblos de Cuba y México, y ocultar el vínculo histórico que nos une, no sólo por los siglos de relación e intercambio sociocultural y económico, sino porque es justamente en México donde aconteció el encuentro entre el Che y Fidel en 1955, mismo que marcó para siempre la historia de la liberación cubana, y también de las luchas emancipadoras de toda Nuestra América y el mundo colonizado.

Ante estos hechos, las voces de repudio de movimientos sociales, partidos políticos y asociaciones de apoyo como el Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba y el Partido Comunista de México, entre otros, se han alzado y se han hecho escuchar a través de comunicados y publicaciones en redes sociales y medios de comunicación, exigiendo que las estatuas sean regresadas y reinstaladas, dejando en claro que la decisión de las autoridades de la Alcaldía Cuauhtémoc es una medida que no responde realmente a una irregularidad en los permisos como se quiere hacer creer, pues las estatuas se encontraban ahí desde hace varios años sin que se presentara queja alguna o señalamientos de gobiernos anteriores sobre ellas, por lo que esta acción responde al conservadurismo recalcitrante de los sectores políticos mexicanos, y más en el actual contexto donde la derecha a nivel global muestra su rostro más reaccionario con expresiones neofascistas.

En un video que puede ser observado en la red social X, la alcaldesa emite una “justificación” sobre el retiro de las estatuas, ya que alega irregularidades administrativas, y dice que los vecinos de esa zona solicitaron el retiro de los monumentos históricos, pero no muestra las solicitudes “ciudadanas” y la alusión legaloide es poco creíble cuando las arbitrariedades son visibles en otras zonas y aspectos de dicha alcaldía. Incluso, la alcaldesa hace alusión a que al retirase las estatuas se “recupera el espacio público”, lo que se desmiente en las mismas imágenes que se muestran debido a que ni entorpecen el libre tránsito de las personas ni son estructuras que agredan las libertades y los derechos humanos. Además, es necesario cuestionar sobre si ¿no acaso la relevancia de los espacios públicos acontece cuando la ciudadanía hace uso consciente de ellos?, y es que las estatuas de Fidel y el Che han dado vida y presencia social e histórica a esa zona de la Ciudad de México.

Es de notarse que lo que realmente se escucha en el video es un discurso autoritario muy peligroso, pues no olvidemos que ese tipo de “justificaciones” apelando al “cumplimiento de la ley” suele ser el mismo que encubre actos represivos, y precisamente en los últimos segundos del video puede percibirse cómo el discurso de la alcaldesa sube de tono y se transforma en un tipo de amenaza y advertencia que deja ver que esa acción responde a intereses políticos conservadores, anticomunistas y antiprogresistas, y no a una verdadera “necesidad ciudadana”.

El significado que resguardan las estatuas de Fidel y el Che no puede ser eliminado con el retiro de dichos monumentos, porque vive en la historia y en la memoria de los pueblos que lucharon y luchan por su libertad y contra todo tipo de opresión, así como contra el imperialismo y el colonialismo, pero es evidente que esta acción puede significar el incremento de las agresiones anticomunistas, y contra las organizaciones y activistas que apoyan a la Revolución Cubana, más aún cuando será México el país sede del IX Encuentro Continental de Solidaridad con Cuba, el próximo mes de octubre, siendo un punto neurálgico de la solidaridad internacionalista a favor de Cuba, y donde participarán organizaciones revolucionarias y activistas de izquierda de todo el Continente Americano, así como de otras partes del mundo. Además, no puede desvincularse esta decisión del contexto internacional, en el cual el gobierno imperialista de los Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, ha incrementado el asedio contra la Revolución Cubana y su pueblo con medidas que recrudecen el bloqueo genocida y alientan las acciones contrarrevolucionarias en la isla y fuera de ella.

Por todo esto, las estatuas de Fidel y el Che deben ser regresadas de inmediato por la alcaldesa Alessandra Rojo de la Vega, y deben de reinstalarse, pues son un símbolo de la lucha por la justicia social y contra todo tipo de explotación de los pueblos en el mundo; y eso sí es un interés y una urgencia ciudadana global.

Cristóbal León Campos es Licenciado en Ciencias Antropológicas con Especialidad en Historia por la Universidad Autónoma de Yucatán. Integrante fundador de la Red Literaria del Sureste México-Nuestra América. Es editor de Disyuntivas. Cuaderno de Pensamiento y Cultura. Colaborador de Por Esto!, La Jornada Maya, Novedades de Yucatán, De Peso y diversos medios impresos y digitales. Coautor del libro Héctor Victoria Aguilar. Esbozo para una biografía (SEGEY. 2015), coeditor del libro Migración cubana y educación en Yucatán. Actores, procesos y aportaciones (SEGEY, 2015), autor de En voz íntima (Disyuntivas ediciones, 2017). Miembro de la Asociación Mexicana de Estudios de la Caribe (AMEC) y del equipo de promoción de Archipiélago. Revista cultural de Nuestra América (UNAM-UNESCO), miembro de la Asociación de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe (ADHILAC). Fue coordinador académico de la Casa de la Historia de la Educación de Yucatán de 2010 a 2019. Actualmente es Coordinador de la Cátedra Libre de Pensamiento Latinoamericano «Ernesto Che Guevara».