Hubo un momento en mi existencia en el que decidí, pensé, asumí o consideré que escribir mis sentimientos, dejándolos caer en una hoja de papel, tal cual fueran fluyendo al momento en mi mente y corazón, sería para mí una terapia de vida.

No siempre resulta fácil superar el instante que me separa de la hoja en blanco y las líneas que usted lee, quizás sea la primera vez que lo escribo y confieso, y no es que crea domina...