Del aula a las pantallas digitales: así ha impactado la COVID-19 en la educación global

En sólo unos meses la educación ha cambiado drásticamente, con el auge distintivo del aprendizaje electrónico, mediante el cual la enseñanza se lleva a cabo de forma remota y en plataformas digitales. ¿Será este un cambio duradero?

El pasado mes de abril, un informe del Foro Económico Mundial señalaba que más de 1200 millones de niños estaban fuera del aula, debido al impacto de la COVID-19.

La pandemia que nos azota provocó una interrupción masiva de los sistemas educacionales, acaso como nunca antes en la historia de la humanidad, ni siquiera con la llamada Gripe Española (1918-1919).

Quizá es usted uno de los padres que desde entonces tuvo (o todavía tiene) a su prole en casa, ya sea terminando el año escolar a distancia, o sencillamente imposibilitado de recibir más educación. O acaso es uno de los estudiantes que ha visto el curso de su vida interrumpido —determinado en esas edades, precisamente, por los años lectivos.

En sólo unos meses la educación ha cambiado drásticamente, con el auge distintivo del aprendizaje electrónico, mediante el cual la enseñanza se lleva a cabo de forma remota y en plataformas digitales. ¿Será este un cambio duradero? ¿Provocará el SARS-CoV-2 que los modelos educacionales cimentados durante siglos migren de forma definitiva a un entorno más digital?

Algunos creen que sí, otros discrepan. Lo cierto es que no son pocas las herramientas tecnológicas que han obtenido más relevancia en estos meses de pandemia, así como los estudios para determinar su popularidad y pertinencia.

Educational Week, por ejemplo, es una compañía que se dedica a ofrecer datos acerca de la logística que se mueve en el sector educacional. Y ya ha informado de datos al respecto.

En un estudio realizado en 82 escuelas privadas en 41 países, cuyos resultados se publicaron el pasado septiembre, trascendió que la herramienta con más crecimiento durante la COVID-19 fue Google Classroom.

Por su parte, Google había declarado a inicios de abril que esa plataforma ya superaba los 100 millones de usuarios.

Después de Google Classroom, alrededor del 20 por ciento de las escuelas encuestadas por Educational Week dijeron que usan ManageBac y PowerSchool, con Microsoft Teams, Class Dojo y Seesaw clasificadas como las siguientes opciones más populares.

Resalta, entretanto, que las plataformas de comunicación sincrónica son las mejor evaluadas por los profesores. Zoom, Google Meet y Skype se han erigido como las más valoradas para intercambiar con los estudiantes.

Para la mayoría de las escuelas encuestadas por Educational Week, tener una combinación de soluciones tecnológicas fue esencial para brindar a los estudiantes opciones de aprendizaje tras el cierre de las aulas.

Sin embargo, no todas las experiencias han sido el cuento de hadas de las instituciones educacionales privadas. A fin de cuentas, estas existen para los que puedan pagarlas.

Muchos estudiantes en el mundo no tienen un acceso regular a internet, o no cuentan con las herramientas para el aprendizaje digital.

Las diferencias se observan entre países y entre los rangos de ingresos dentro de estos. Por ejemplo, mientras que el 95 por ciento de los estudiantes en Suiza, Noruega y Austria tienen una computadora para usar en sus tareas escolares, sólo el 34 por ciento de los indonesios la poseen, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

En Estados Unidos, la nación más poderosa del planeta, existe una brecha significativa entre quienes provienen de entornos privilegiados y aquellos desfavorecidos: mientras que prácticamente todos los jóvenes de 15 años de origen privilegiado dijeron que tenían una computadora para estudiar, casi el 25 por ciento de los desfavorecidos no la tenía, acota el mismo informe de la OCDE.

Si bien algunas escuelas y gobiernos han proporcionado equipos digitales a los estudiantes que lo necesitan, como en Nueva Gales del Sur, Australia, a muchos todavía les preocupa que la pandemia se extienda por la brecha digital, un fenómeno que ha sido denunciado desde hace más de 20 años y todavía parece lejos de solucionarse.

Hay otro aspecto a tener en cuenta en la educación a distancia. Y es que las investigaciones sugieren que el aprendizaje en línea aumenta la retención de información y toma menos tiempo, lo que significa que los cambios que ha causado el coronavirus podrían estar aquí para quedarse.

Aquí algunos datos al respecto:

1.-Según un estudio de Brandon-Hall (una compañía de análisis), aprender a través del e-learning generalmente requiere entre un 40 por ciento y un 60 por ciento menos de tiempo que el empleado un salón de clases tradicional. Esto se debe a que se puede realizar de forma asincrónica y siempre que el alumno lo necesite; de esta manera el flujo de trabajo no se interrumpe.

2.-El Research Institute of America asegura que el e-learning aumenta las tasas de retención de un 25 por ciento a un 60 por ciento, mientras que las tasas de retención de la capacitación presencial son muy bajas en comparación: del 8 por ciento al 10 por ciento. La razón es, de acuerdo con el organismo, que los estudiantes tienen más control sobre el proceso de aprendizaje, así como la oportunidad de volver a visitar la capacitación según sea necesario.

3.-Después de implementar un programa de e-learning en su empresa, IBM descubrió que los participantes aprendieron casi cinco veces sin aumentar el tiempo dedicado a la capacitación.

Otro aspecto a destacar es que la educación a través de medios electrónicos es una de las industrias de más rápido crecimiento. Desde el año 2000, la tasa de crecimiento del mercado ha sido del 900 por ciento.

Incluso antes de la COVID-19, ya había un gran crecimiento y adopción de tecnologías educativas, con inversiones globales que alcanzaron los 18 660 millones de dólares estadounidenses en 2019, de acuerdo con datos del Foro Económico Mundial. Asimismo, se proyectaba que el mercado general para la educación en línea alcanzaría los 350 000 millones de dólares en 2025. La pandemia podría hacer que este número crezca todavía más, ante la necesidad del aislamiento social.

No obstante, una cosa es imposible de soslayar: para los más pequeños de casa el impacto es indudable, pues ellos sí requieren de una estructura tradicional, ya que en las edades tempranas se distraen con facilidad, sin importar cuán sofisticada pueda ser la tecnología que empleen.

Nota:

La UNESCO ha creado un repositorio de recursos para el aprendizaje en línea. Este directorio acoge múltiples iniciativas alrededor del mundo que son utilizadas hoy para mantener el proceso educativo. Quizá alguna de ellas pueda ayudarle como padre, o como alumno. Es posible consultar este repositorio en : https://en.unesco.org/covid19/educationresponse/solutions.

Licenciado en Periodismo por la Universidad de La Habana. Ha sido reportero deportivo y jefe de la Redacción Multimedia del periódico Juventud Rebelde. Actualmente es el subdirector de Desarrollo de Juventud Rebelde. Como corresponsal del diario ha dado cobertura a los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011 y los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018. Fue consultor de medios digitales en la campaña presidencial que dio la victoria a Salvador Sánchez Cerén en El Salvador en 2014. Ha sido conferencista y tribunal de tesis en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. También ha oficiado como miembro de jurado en varios premios periodísticos de Cuba, como el Premio Nacional 26 de Julio, y el Premio por la Obra del año Juan Gualberto Gómez. Ha sido premiado en varios de estos concursos. Actualmente edita la sección Código Fuente, del diario Juventud Rebelde, dedicada a temas de informática y nuevas tecnologías.