Encuentro un lugar donde no hay un gran espacio, tengo acceso para lo que pueda adaptar acorde a mi sentir para que resalte mi obra. Por ejemplo, ahora me encantaría fotografiar a Norma Salazar, la invitaría a un estudio le pondría el fondo que a mí me gusta, le colocaría una silla muy hermosa y que Norma tenga ganas de posar.
Claudia Shapiro
—En ciertas series fotográficas expones imágenes de féminas desiguales enjauladas algunas tienen cubierto su rostro, estatuas, maniquís ¿Por qué éstas mujeres las expones así, cuál es el mensaje visual?
—Efectivamente, el espectador puede observar que estas mujeres están elegantemente atrapadas. Es una metáfora visual muy fuerte, si saben observar, encontrarán mujeres que llevan un pañuelo color rosa que le cubre el rostro y atrapada en una jaula, mi trabajo es dar un mensaje que muestra a una sociedad que prefiere ser una veleta. No hay empatía, ataca, a veces no todas las mujeres están elegantemente atrapadas. Aquí, quiero comunicar en cada fotografía las distintas clases sociales de mujeres que viven con violencia, no importa su nivel social.
(un silencio considerable, su voz de Claudia Shapiro se corta y escucho su respiración)
—Déjame explicarte, la violencia y la censura en contra de la mujer es brutal, pero, he encontrado también que la mujer es diurna, da vida y que ésta mujer está rodeada por una estructura de metal. Si observas bien, Norma, la metáfora es una mujer enjaulada como una maniquí cubierta por un pañuelo elegante, pero vive rodeada por una estructura de metal. En conclusión mi metáfora visual es mostrar a través de mis imágenes como estamos las mujeres, por más derechos que hayamos adquirido a través de los siglos. Asimismo, las protejo, hay una fotografía en especial que está totalmente cubierta de cuerpo entero, nos tenemos que proteger entre nosotras mismas, ser solidarias, empáticas de una forma correcta y coherente desde nuestras trincheras, en mi caso, mi trabajo fotográfico.

—¿Para ti, son musas en tus series?
—Buena intervención, sí y no, porque así nos han visto a lo largo de la historia por sus creadores en diferentes ámbitos de las artes. Para mí son seres humanos que estamos por un motivo a la par de nuestra contraparte, en este caso el hombre. Por otro lado, las mujeres en los cuadros, después de unos siglos, cambiaron del Medioevo al Renacimiento de la Ilustración eran protagonistas. Estaban al centro en primer plano de un cuadro. Las mujeres hemos sido dulces pero dadoras de vida; como mujeres hemos tenido el rol de madres, hijas, hermanas, somos algunos personajes en ciertos tiempos ante la vida, aún no hemos logrado un buen papel con el valor que realmente merecemos. Déjame afirmarte, en mi trabajo las protejo, porque mis musas son muy delicadas en un sentido de lo más humano, somos mujeres.
—Las fotógrafas y los fotógrafos ¿Cómo lo vives en el ámbito laboral?
Es obvio que los fotógrafos tienen un dominio como las otras profesiones de las artes visuales y creo hasta en el ámbito periodístico. Claro, hoy en día las mujeres se están abriendo más rutas en todos los espacios, lo cual me causa un gozo, sí, nos falta mucho camino por recorrer y entre nosotros tenemos que ser solidarias, lo estamos haciendo poco a poco con firmeza.
—¿Cómo ve Claudia Shapiro el trabajo de sus compañeras en los diversos rubros del ámbito fotográfico que en un inicio fue sólo un trabajo para el hombre?
—La mujer ha dado pasos muy firmes, me alegra ver más fotógrafas en el fotoperiodismo, en el cine, en lo deportivo, en el mundo de la guerra. Era imposible ver a mujeres fotógrafas estar cubriendo noticias como las corresponsales de guerra entre las trincheras, años atrás no podían cubrir los hechos en vivo por tan sólo de ser mujeres. Es un trabajo de alto riesgo, pero son muy capaces de captar con sus cámaras lo despiadado de los conflictos bélicos. Te repito, aún nos falta mucho, no sé si logremos esta igualdad, me lo pregunto muchas veces.
—Los temas que expones son diversos, no sigues un patrón en una sola exposición, asimismo los espacios para exponer tus obras visuales los transformas ¿Por qué?
—Encuentro un lugar donde no hay un gran espacio, tengo acceso para lo que pueda adaptar acorde a mi sentir para que resalte mi obra. Por ejemplo, ahora me encantaría fotografiar a Norma Salazar, la invitaría a un estudio le pondría el fondo que a mí me gusta, le colocaría una silla muy hermosa y que Norma tenga ganas de posar. Si yo no tengo un lugar a mi gusto, me pongo a observar qué es lo que tengo enfrente para adaptar y realizar mi trabajo visual sin descuidar a mi modelo que es el/la protagonista de la fotografía. Mi atención se focaliza en ese espacio, sea un interior o exterior, como el paisaje que me habla cualquier cosa, siempre estoy buscando.
—¿Qué te gustaría demostrar a través de tu lenguaje visual en tiempos de pandemia?
—Me gustaría realizar toda una serie de retratos de mujeres y hombres, sé que no se puede todo y, entonces, a hago lo posible en apoyarme de lo que esté a mi alcance. Lo primero que tengo enfrente es empezar a crear disímiles tomas. Un rostro te da muchas historias, si sabes observar con atención sus rasgos, posiciones y semblantes empiezas a redescubrir lo que te hablan sus miradas.
—¿Existe un reconocimiento para esta profesión? ¿Sientes que cumple una labor notable la fotografía en este momento histórico a nivel mundial?
—Antes que nada hay una gran empatía por la fotografía y observamos que existe un vasto trabajo de fotografías, estamos súper saturados, desde hace algunos años vivimos en un mundo de imágenes. Son increíbles, cada una cuenta una historia efímera. Captada por una cámara del fotógrafo o fotógrafa el resultado es la imagen que se vuelve eterna. Vendrán más años, otras épocas, pero la imagen quedará ahí tatuada y vendrán generaciones nuevas de espectadores que se darán cuenta a través de la fotografía lo que ocurrió en su entorno, esa es también la labor de un fotógrafo/fotógrafa: atrapar con cámara en mano los aconteceres usuales, espontáneos, asombrosos. La vida está allá afuera, abres la puerta de tu hogar y la tienes enfrente de ti. La pandemia nos hizo captar el vacío, la ausencia, lo estático, el encierro, la voz del silencio en nuestros entornos, la fragilidad del espacio.
—¿Qué piensas de las nuevas herramientas tecnológicas para trabajar una fotografía?
—Me cuesta trabajo adaptarme a ellas; pero, gracias a los celulares y las tablet mucha gente ha adquirido mucha cultura visual, claro hay muchas imágenes que no son cultura visual. Lo vemos desgraciadamente en las redes sociales que suben fotografías que no tienen sentido, tristemente la pornografía es muy alarmante. Esto es uno de los peligros para los jóvenes, la gente puede estar muy vulnerable con las nuevas tecnologías. Ahora, todo se puede exponer a través de las redes en un segundo. Otro punto que quiero dejar muy claro es que con estas nuevas tecnologías la gente ha aprendido a trabajar más la composición, lo ha asimilado muy rápido, aunque sea por imitación, y esto lo observamos en una composición photoshop.
—Tus alumnos, platícame cómo los instruyes en el campo de la fotografía.
—Les comunico, en primer lugar, que realicen una mirada hacia atrás, a dónde comenzó todo. Cómo emprendimos a tomar un rollo, saber qué es revelar, que son y qué hacen los químicos, ver cómo inició la fotografía a través de sus componentes, sus formatos blancos y negro, sepia o a color. En mi parecer, es muy importante esta parte, conocer cada detalle de su cámara y por qué el tipo de lente, todo debe ser explorado sin olvidar la teoría, la historia de la fotografía, la de los fotógrafos; el trabajo de laboratorio el uso de las técnicas es muy bello y es fascinante cómo se realizaba en tiempos antiguos para luego llevarlo a la praxis. Es una profesión de mucha paciencia e intuición.
—Háblame, ahora, de los espacios para realizar tus exposiciones.
—Espacios cerrados o al aire libre me gustan. Pero, me encanta y me siento muy cómoda en los espacios abiertos, sin perder el contexto de que es una exposición. Existen espacios abiertos techados, pero en mi trabajo hay series que tengo que pensar si son exhibidas en espacios cerrados o al aire libre de una galería, museo. Asimismo, tengo que consultar con la curaduría y asimismo, examinar. Debes tener seguridad de lo que quieres comunicar con tus fotografías, porque hay fotografías que no se verían bien fuera de un museo o galería, por más hermoso que sea un corredor, un jardín, etcétera. Debe resaltar tu fotografía, el espacio es el acompañamiento de tu trabajo visual.
—¿El buen espectador de fotografía existe, hay un público que muestra interés en estos tiempos contemporáneos?
—Antes que nada hay que separar al conocedor del arte fotográfico y al espectador, son dos personas diferentes. Te haré referencia al espectador: primero, hay que educarlo no es tan fácil, un espectador tiene que saber apreciar y creer en el lenguaje de la fotografía. Ahora bien, tiene que ver en quién te conduce a ese mundo de la imagen, en quién te inspiras para poder contemplar una fotografía. Termino con tu pregunta, sí existe un buen número de personas que van a las exposiciones.

Un rostro te da muchas historias, si sabes observar con atención sus rasgos, posiciones y semblantes empiezas a redescubrir lo que te hablan sus miradas.
Claudia Shapiro
—Claudia, se podría decir que tu fotografía, hasta cierto punto, es un binomio en referencia con tus modelos.
—Es para mí, un juego y complicidad de dos, cuando trabajo con modelos es una danza de dos, el ejecutante de la cámara y su modelo o modelos. Me fijo mucho y trabajo al máximo mis encuadres, soy exigente con eso. Los que trabajamos con imagen estamos observando geométricamente, viendo que no se corte un dedo, el cabello, la geometría es muy importante, es decir, aprendes a ver geométricamente.
—En algunas series son una danza de cuerpos, aparte de ver las danzas geométricas, platícanos más de este trabajo visual.
—Sí, en algunas de mis series fotográficas, sean cuerpos o rostros, hay un baile geométrico, trato de ejecutar, como en la música, lo armónico o un caos avasallante; a través de mis imágenes muestro expresiones o un diminuto rasgo de emociones con una secuencia al ser exhibidas.
—En tu obra fotográfica podemos ver diversos cuerpos de distintas edades, asimismo se observa un ambiente de erotismo muy fino ¿Cómo lo matizas?
—Claro, sea formato blanco y negro o en color, lo trabajo de una forma muy delicada y elegante, porque tú sabes que el cuerpo de cada persona tiene su propio lenguaje, su propia historia. Al realizar la fotografía con un cuerpo desnudo, sea hombre o mujer, es una imagen que habla de esos cuerpos que han vivido el paso de los años; sus vidas están tatuadas en su cuerpo con una cicatriz, arruga, lunares, etcétera. En estas series, quiero mostrar que los cuerpos son nuestro transporte en sus respectivas etapas; nacemos, vivimos y con él nos vamos.
El ambiente del erotismo lo trabajo más con mujeres. Mis personajes los escojo porque algo me interesó de su cuerpo, no sólo por su belleza, juventud, sino por su movimiento. Me gusta mucho este tipo de fotografía, porque refleja adentro, pero muy adentro, al otro ser humano vivo o roto, ahí se encuentran sentimientos, temores, los deseos más íntimos que los sacas sin darte cuenta en tu manera de caminar, pararte, mover tus manos. Las siluetas de un cuerpo hablan, en una sesión de fotos puedes captar su sensualidad o elegancia natural. Hay personas que tienen una personalidad que impone con sólo pararse enfrente de ti, una presencia dominante o una mirada penetrante, con un cuerpo muy sensual, eso es el lenguaje del cuerpo muy actual, una fotografía moderna.

—¿Qué influencias tiene Claudia Shapiro para realizar su trabajo?
—Me gustan las otras artes como asistir a presentaciones de ballet, danza, teatro y tu observación son exacta, porque todo esto tiene que ver con mi trabajo fotográfico.
—Claudia, me haces recodar ciertas representaciones del afamado teatro chino de las sombras.
—En mis fotos existen múltiples movimientos realizados por mis personajes, son siluetas que interpretan un juego en escena; es decir, un efecto óptico teatralizado donde aparecen retratados al ritmo de la música, gesticulan posees con las manos, los brazos, las piernas, un baile o danza de cuerpos, etcétera.
—Por último quiero agradecer esta charla y terminar ¿Qué sigue para Claudia Shapiro?
—Me encantaría realizar dentro de mi trabajo una serie de biografía fotográfica con distintas personas. Me gustaría que mis próximos modelos heterogéneos me dieran la oportunidad de retratarlos desde su concepción como su crecimiento físico y captar su mudanza de piel, sus ojos, su rasgo más peculiar, sus cabellos ondulados, muy chinos o lacios, ese cabello plateado que va apareciendo en su cabeza es muy hermoso. El cuerpo a su tiempo va arrugándose, es hermoso, es parte de uno, en sí, cómo va transformándose el cuerpo hasta fenecer. La vida del ser humano comienza en el vientre de su madre para morir solo, un solo cuerpo.

Conoce más del trabajo fotográfico de la fotógrafa mexicana Claudia Shapiro en la sección Galerías https://lectambulos.com/gallery/blanco-y-negro-de-claudia-shapiro/
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