Poesía latinoamericana escrita por mujeres invisibilizadas

«Me atrevería a aventurar que Anónimo, que tantos/poemas escribió sin firmarlos, era a menudo una mujer.»

Virginia Wolf

El origen de la presente disertación está basado en mi experiencia y observación personal desde mis estudios universitarios, los cuales realicé en la facultad de humanidades de la UNACH, en lengua y literatura hispanoamericana. Durante los 18 años que llevo como promotora de lectura también tuve la oportunidad de explorar los programas de estudio de nivel básico, impartiendo talleres y cursos sobre literatura y promoción de la lectura, he realizado la selección de textos para los planes lectores de un sinfín de colegios privados en Chiapas, Tabasco, Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Veracruz y Oaxaca e incluso en mi labor docente en el nivel de secundaria y siempre al hablar de literatura hispanoamericana, nos encontramos con los nombres de Juan Rulfo, Carlos Fuentes, Octavio Paz, Mario Benedetti, Pablo Neruda, Horacio Quiroga, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, etc. Si en estos momentos les pido que enumeren a diez escritores latinoamericanos seguramente la mayoría que recuerda son hombres, quizá recuerden a Sor Juana Inés de la Cruz, la décima musa del Siglo XVII, a quien por razones que más adelante referiré, ha sido imposible borrar de la historia. Pero ¿Hay más mujeres que puedan ser consideradas en el corpus de la literatura latinoamericana? Seguro los chiapanecos recordamos a Rosario Castellanos (1925-1974), poeta, ensayista y narradora identificada como chiapaneca, pese a ser originaria de la ciudad de México. En la actualidad existen muchas autoras mexicanas reconocidas como Elena Poniatowska, Isabel Allende, Guadalupe Loaeza, entre otras muchas; sin embargo, ¿a quiénes podemos mencionar durante el período comprendido entre Sor Juana y Rosario Castellanos? Algunos nombres como el de Alfonsina Storni y Gabriela Mistral tienen gran protagonismo en la historia de la literatura latinoamericana; no obstante es poco lo que se aborda sobre su obra en los programas académicos vigentes.

Revisando el libro de texto de Español I escrito por Humberto Cueva y editado por Trillas para el nivel de secundaria, encontré solo dos textos escritos por mujeres (Sor Juana y Nellie Campobello) entre un total de 25 autores hombres. En el libro Los Mejores Sonetos de La Lengua Castellana, de Ilan Stavans, apenas se menciona a cinco mujeres de un total de 66 autores, en su mayoría hombres. Estas son Sor Juana (nuevamente), Delmira Agustini, Gabriela Mistral, Juana de Ibarborou y Alfonsina Storni; todas ellas más conocidas por su vida que por su obra.

Por último, en el libro de texto Literatura I, de editorial Santillana escrito por Martha Elena Lucero y otros, la única mujer a quien se hace referencia es nuevamente Sor Juana. He hecho esta revisión para comprobar lo que ya había notado, podría continuar enumerando libros de texto y estudios sobre la Literatura Latinoamericana y el resultado no varia mucho. Si tienen duda pueden ustedes mismos revisar en los libros que tengan a su alcance y si descubren que estoy equivocada, por favor díganmelo en los comentarios de este video. La historia de la literatura latinoamericana está llena de autores varones y son muy pocas las mujeres que se incluyen en libros de texto, programas de estudio y catálogos de autores. Esto es más evidente en los siglos anteriores al XX.

De lo anterior me surgen dos interrogantes que intentaré resolver en esta presentación. La primera es ¿Por qué no conocemos a las escritoras de los siglos XVII al XX? Y ¿Quiénes son ellas?

Haciendo un poco de memoria, recordemos que se considera Literatura latinoamericana aquella que se ha escrito en Latinoamérica a partir de la llegada de los españoles. Se inaugura el concepto con el barroco, cuya máxima representante es Sor Juana Inés de la Cruz. Desde Sor Juana hasta nuestros días han existido muchas mujeres poetas que por diferentes razones fueron invisibilizadas. La primera pregunta podría responderse fácilmente parafraseando a George Orwell, quien dijo que «La historia la escriben los vencedores». Podemos decir entonces: «La historia de la literatura la han escrito hombres». Pues en su mayoría son hombres los autores, críticos literarios, editores, investigadores; etcétera. Para nadie es un secreto que desde los inicios de la humanidad se asignaron roles de género: los hombres a la caza y las mujeres a la crianza. Con el paso de los años y el desarrollo de la civilización esto se traduce en «Los hombres al trabajo, las mujeres a su casa» o «Los hombres a la escuela, las mujeres a la ignorancia». La concepción de los roles de género (Money, 1955) mantuvo a las mujeres en una situación de desigualdad durante siglos. Yo no diría que de ignorancia pues el conjunto de saberes que las mujeres acumularon en su experiencia cotidiana es también importante para el desarrollo de la civilización, más bien estuvo alejada de la educación formal y sistematizada. Las áreas de realización de las mujeres fueron otras distintas a la escritura, la cátedra y la investigación. Independientemente de lo hasta aquí dicho, siempre han existido mujeres brillantes, algunas adelantadas a su época. De hecho, y aquí volveré a citar a la décima musa, pues es un símbolo de la búsqueda del conocimiento, en su afán de ser una estudiosa de las letras y filosofía, ingresó a la vida religiosa solo y simplemente porque en su momento era lo único que le podría permitir acceder al conocimiento. De ahí que Sor Juana sea siempre un punto de partida a la hora de hablar del tema mujeres y literatura. Pero, para no quedarme con esa primera respuesta, nacida simplemente de una reflexión personal, me di a la tarea de investigar la vida y obra de algunas poetas, encontrando ahí material suficiente para responder las dos preguntas planteadas en esta ponencia.

Como sé que el tiempo no será suficiente para analizarlas a todas, antes de exponer lo encontrado quiero presentarles a las poetas latinoamericanas de los siglos XVII al XX que he encontrado:

  •   Sor Juana Inés de la Cruz (México)
  • Teresa Vera (México)
  • Dolores Correa Zapata (México)
  • Mercedes Carrasco (México)
  • Consuelo Fenochio (México)
  • Ma. Eugenia Vaz Ferreira (Uruguay)
  • Delmira Agustini (Uruguay)
  • Gabriela Mistral (Chile)
  • Alfonsina Storni (Argentina)
  • Juana de Ibarborou (Uruguay)
  • Nahui Ollín (México)
  • Nellie Campobello (México)
  • Margarita Abella Caprile (Argentina)
  • Haydée Ghío (Argentina)
  • Julieta Gómez Paz (Argentina)
  • Idea Vilariño (Uruguay)
  • Dolores Castro Varela (México)
  • Rosario Castellanos (México)
  • Gioconda Belli (Nicaragua)

Mención especial merece el libro titulado Poetisas Mexicanas. Siglos XVI-XIX. que editara José María Vigil por instrucciones de Carmen Romero Rubio de Díaz, con motivo de la celebración del IV Centenario del descubrimiento de América; y que reúne textos de 94 poetisas mexicanas desde los tiempos de la Colonia, muchas de ellas poco conocidas hasta la fecha.

Lo que más destaca al estudiar la biografía de estas autoras es la constante de lucha por ser, escribir y mostrarse. Y si sabemos de ellas es por su ahínco y esfuerzo por destacar en un mundo dominado por el género masculino.

Sor Juana Inés de la Cruz

Es la más conocida y por lo tanto no ahondaré mucho en contar su historia, pues cada 12 de noviembre nos la cuentan y para hablar de Sor Juana se requieren al menos varias sesiones. Baste con señalar el “sacrificio” de su libertad a cambio del conocimiento al que pudo acceder convirtiéndose en religiosa.

Sor Juana Inés de la Cruz

Delmira Agustini

Hija de una familia burguesa, fue educada en casa bajo la estricticidad de una familia tradicional. Tuvo una madre autoritaria y absorbente; pero como contraparte un padre cariñoso que le permitió desde niña pensar y leer; y que además fomentó su espíritu poético. Esta dualidad de referentes paternos le llevó a desarrollar una personalidad en apariencia obediente y dócil; y al mismo tiempo el espíritu de una poetisa cuyos versos se aderezan con un erotismo encendido y triunfal. Escribió en La Alborada bajo el pseudónimo de Joujou y pronto comenzó a formar parte de los círculos culturales, su madre iba siempre con ella y no la dejaba sola.  Se casó con un comerciante llamado Enrique Job Reyes, con quien no pudo continuar viviendo debido a constantes problemas y la sobreprotección de su madre. Luego de buscar el divorcio, muere asesinada por su esposo, quien le dio dos balazos y luego se suicidó.

Delmira Agustini

Acerca de la obra de Delmira Agustini, Rubén Darío escribió:

«De todas las mujeres que hoy escriben en verso ninguna ha impresionado mi ánimo como Delmira Agustini… es la primera vez que en lengua castellana aparece un alma femenina en el orgullo de su inocencia y de su amor, a no ser Santa Teresa en su exaltación… si esta niña bella continúa en la lírica revelación de su espíritu como hasta ahora, va a asombrar a nuestro mundo de habla española… pues por ser muy mujer dice cosas exquisitas que nunca se han dicho»

Gabriela Mistral

Aunque Gabriela Mistral ha sido una de las escritoras latinoamericanas más premiadas. Premio Nobel de Literatura en 1945 es importante señalar que su manera de conducirse en la vida cultural e intelectual fue bajo las formas de la masculinidad. Incluso su forma de vestir era acorde a lo que en su época se podría considerar “masculino”.  En su relación con Doris Dana, escritora estadounidense con quien compartió la vida hasta el fin de sus días, mantuvo un frecuente intercambio epistolar en el que a menudo de refería a sí misma en género masculino; lo cual se puede apreciar en el libro epistolar Niña errante: cartas a Doris Dana. No es mi intención denostar la obra de Gabriela Mistral, ni emitir juicio alguno sobre su vida privada, admiro su amor por los niños su poesía y el legado suyo. La suya es una historia de superación ejemplar. Lo que me causa conflicto es el impacto que su personalidad masculina tuvo en la sociedad. ¿Cómo su apariencia y carácter influyeron en la recepción que otros tuvieron acerca de ella a tal punto de convertirse en la primer mujer en obtener el Premio Nobel de Literatura? La primer mujer que se identifica a sí misma con género masculino según podemos apreciar en sus cartas a Doris Dana. ¿Cuáles fueron las razones, más allá de la literatura para que Gabriela Mistral obtuviera la presea literaria más importante del mundo?

Gabriela Mistral

Alfonsina Storni

Más conocida por su muerte poética al sumergirse en el mar para no salir más. Desde su infancia sufrió las consecuencias de haber nacido mujer, pues tuvo que ayudar en casa desde muy joven. Dentro de su carrera profesional tuvo que enfrentarse a la pobreza, pues en ese entonces se consideraba que las mujeres que trabajaban lo hacían como algo complementario, pero que dependían económicamente de sus parejas. Storni se independizó y comezó a trabajar cubriendo notas en diarios con un salario mucho menor que el que percibía su antecesor, por el simple hecho de ser mujer; del mismo modo comenzó la docencia con un salario paupérrimo que la llevó a complementar sus ingresos ejerciendo a escondidas el papel de cantante en un bar de Rosario. Cuando fue descubierta sufrió escarnio por ello y huyó dejando una nota que decía “Después de lo ocurrido no tengo ánimos para seguir. Este sería quizá el primer indicio de una personalidad suicida que completaría su objetivo 30 años después.

Alfonsina Storni

Juana de Ibarbourou

Fue nombrada Juana de las Américas por la Unión de Mujeres americanas en Nueva York. Su poesía erótica e irreverente fue considerada escandalosa, aunque ella misma afirmó en su conferencia titulada Casi en Pantuflas que su poesía era inspirada por su cotidianeidad, y para nada tenía un carácter de santidad como a menudo se pensaba de los poetas hombres. Cuando envió sus poemas a la escritora María Eugenia Vaz Ferreira, ésta le devolvió una carta en la que decía «Yo no leo indecencias»; pues antes de ella nadie había escrito de tal manera que se exponía al desnudo ante sus lectores. La carrera de Juana de Ibarborou iba en creciente ascenso y recibía a menudo invitaciones a dar conferencias; sin embargo debido a la situación de violencia intrafamiliar y restricciones por parte de su esposo, a menudo tuvo que declinar las invitaciones.

Juana de Ibarbourou, conocida también con el nombre de ‘Juana de América’

Tú sabés que hasta la esquina de mi casa resulta lejana e inaccesible para mí. Ya sabes mi lucha y la atención tensa y constante por mi casa. He vivido siempre dulcemente prisionera de ella y con un continuo ofrecimiento de alas para levantar vuelo inútilmente (…) Mi destino será el mundo a través de los vidrios de mi ventana”.

Fue lo que escribiló al periodista Julio Petraglia Aguirre al explicarle la razón por la cual no podía asistir a todos los eventos a que era invitada.

Con estas pocas aproximaciones podemos comprender que el motivo de la invisibilización de la obra poética de las mujeres en Latinoamérica obedece a cuestiones sociales determinadas fundamentalmente por los siguientes aspectos:

  1. La dificultad de las mujeres para manifestar libremente sus emociones y pensamientos.
  2. Los obstáculos que la sociedad tradicionalmente machista impone a las escritoras para su desempeño profesional y artístico.
  3. La creencia generalizada de que las mujeres dependen de un padre o un esposo.
  4. Las reacciones escandalosas de la sociedad ante las voces de las mujeres que se atreven a decir lo que piensan y sienten.

En resumen, la ausencia de mujeres en los programas de estudio de la literatura latinoamericana se debe a prejuicios relacionados con los roles de género; y en los casos analizados arriba los culpables también son los padres estrictos, los esposos posesivos, los candados, las pistolas y una sociedad dispuesta a criticarlo todo. Estoy segura que aún hay mucho que decir, continuaré el camino de la investigación para ampliar lo aquí dicho, por ahora baste este sencillo bosquejo para tomar consciencia de la falta de estudio sobre la poesía escrita por mujeres en Latinoamérica. He dicho.

Referencias

  1. Money, John. “Hermaphroditism, gender and precocity in hyperadrenocorticism: psichologic findings” in Bulletin of the Johns Hopkins Hospital. 1955.
  2. Juana, mujer antes que mito. Diario el país. Uruguay. Consultado el 16 de enero del 2020.
  3. Stavans, Ilan. Los mejores sonetos de la lengua castellana. Fondo de Cultura Económica. México, 2015
  4. Lucero Sánchez et al. Literatura I. Santillana Bachillerato. México, 2016.
  5. Cueva Humberto y De la O., Antonia. Español I. Trillas. México, 2019.
  6. Vigil, José María. Poetisas mexicanas de los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX. Secretaría de Fomento. México, 1893.
  7. Guzmán Muñoz, María del Socorro. Poetisas mexicanas. Siglos XVI, XVII, XVIII y XIX. (México, 1893). La historia de “una curiosa e interesante colección de poesía”. En la Sincronía: Revista de filosofía y letras. Universidad de Guadalajara. México, 2019.
  8. Gabriela Mistral, íntima y secreta.
  9. Niña errante.
  10. Arias de la Canal, Fredo. Juana De Ibarborou. Las lenguas de diamante: El protoidioma en la poesía de Juana de Ibarborou. Frente de afirmación Hispanista, A. C. México, 1998.
Estudió la Licenciatura en Lengua y Literatura Hispanoamericana en la UNACH y se ha dedicado al fomento a la lectura desde el 2001, En el 2002 ingresó al Programa Alas y Raíces a los Niños de Chiapas de CONACULTA, como promotora de lectura y tradición oral y en el 2005 ingresa al Programa Nacional de Salas de Lectura. Ha sido Consultora Académica de Literatura en Editorial Santillana, al mismo tiempo que impartió la Asignatura de Redacción y Ortografía en la Universidad Autónoma de Chiapas. Como autora de literatura infantil colaboró en el suplemento infantil Parachicos del Diario Cuarto Poder, en Tuxtla Gutiérrez y en varios diarios, revistas y antologías de circulación nacional. La Dirección General de Publicaciones del CONACULTA publicó su ensayo El proceso lector y la importancia de seleccionar los textos en la Memoria del IX Encuentro Nacional de Salas de Lectura. En el 2006. En 2008 fue becaria del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico por el trabajo titulado Relatario: platillos del recuerdo. sido incluida en antologías como Jaime Sabines: 83 aniversario, 83 poetas (SEPCONECULTA, 2009) y Relatos y cuentos de nunca acabar (COBACH, 1995), Cuentos joven: muestra de autores tabasqueños (Editorial Suum Cuique, 2012) y Epifanía (Programa Editorial Soconusco Emergente, 2020). Ha publicado el poemario Soliloquio de Invierno y la antología erótica Suite 30700 (coordinadora de la antología) con Búho Editores, como parte del Programa “Soconusco Emergente” (2019). Imparte cursos y talleres para la formación de promotores de lectura y narradores orales, así como también talleres infantiles de fomento a la lectura y sensibilización ambiental. Es Promotora de Lectura Certificada por el CONOCER desde el 2011, con Número de certificado 33140. Actualmente es docente de la asignatura de Español en el Sistema Educativo Federal, de nivel secundaria.