Después de dos años sin poder realizarse, Cuba retomó este noviembre de 2022 la Feria Internacional de La Habana, la principal bolsa comercial del país, que sirve de puente para establecer y consolidar negocios y que ha sido rampa de lanzamiento para abrir nuevas oportunidades para la economía nacional.
Como cada año, el recinto ferial ExpoCuba, un amplio espacio concebido por Fidel Castro para exponer en pabellones el desarrollo alcanzado por Cuba en diversas ramas del saber, acogió a empresarios de 62 países interesados en invertir o hacer negocios en la mayor de las Antillas.
El lugar, alejado del bullicio del centro mismo de la capital, se convierte durante los cinco días del evento en un hervidero con el ir y venir de cientos de personas, fundamentalmente hombres de negocio y especialistas, que auscultan y buscan cómo insertarse o insertar sus proyectos en el complejo escenario cubano, urgido de inversiones que le permitan remontar, ahora mismo, la difícil situación económica nacional, que provoca muchas tensiones en la vida cotidiana de la gente.
La Cartera de Oportunidades presentada esta vez amplía muchísimo las áreas donde se pueden realizar inversiones en el país y no queda prácticamente ningún sector en el cual no puedan hacerse negocios, dirigidos, en todos los casos, a ampliar las posibilidades de producción y comercialización y de alguna forma, eludir el bloqueo que Estados Unidos tiene impuesto sobre Cuba durante más de 60 años.

De acuerdo con datos oficiales, la cartera de oportunidades para la inversión extranjera en la Isla cuenta con 708 proyectos, 30 más que en 2021, por un monto total de 33 mil 458 millones de dólares. Unas cifras nada despreciables.
Varias novedades se han podido observar durante esta 38 edición de la Feria. Tal es el caso de la Ventanilla Única del Comercio Exterior, que permitirá hacer la tramitación de las operaciones de importación y exportación de manera digital, y cuenta con las certificaciones para comenzar a funcionar.
Otra fue la presentación de Cuba como sede de la Expo Aladi (Asociación Latinoamericana de Integración) y su feria anual, que se desarrollará en 2023.
Pero quizá la más llamativa ha sido la concepción, por primera vez, de un espacio para presentar las oportunidades de negocio dirigidas a cubanos residentes en el exterior.
En un foro organizado a tales efectos, Alexis Martínez Miller, subdirector de Política Comercial con América del Norte del Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Extranjera (Mincex), explicó que la nueva Cartera de Oportunidades cuenta con 104 proyectos presentados por gobiernos locales, los cuales pueden adecuarse más a los intereses de los cubanos residentes fuera del país que deseen invertir en el territorio nacional.

Además, ellos pueden presentar sus propias iniciativas, las cuales se valoran y si coinciden con los intereses y políticas del país puede aprobarse y destacó que existen proyectos con diferentes rangos de inversión para los distintos presupuestos.
La política ahora mismo es que quien pueda y quiera invertir en el país pueda hacerlo sin limitaciones, pues el objetivo declarado de las autoridades es que los cubanos residentes en el exterior se conviertan en una parte importante de los inversores extranjeros en Cuba y que acabe el mito de que esto no se puede hacer.
La intención es que los connacionales tengan una participación más amplia en el desarrollo del país y las medidas están dirigidas a facilitar la participación de quienes mantienen un vínculo con la Isla.
La Feria acabó, pero lo allí concertado debe continuar su camino. Superar las trabas que antaño impidieron mayor celeridad en la concreción de proyectos, agilizar los trámites, establecer acuerdos y ejecutarlos a la mayor brevedad, pensar en que cada paso que se dé significa acortar la distancia en pos del necesario despegue de la economía cubana, son, ahora mismo, los principales retos a los que se enfrentan quienes tienen en sus manos que cada negocio acordado llegue al buen puerto de la realización en el país.
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