Se acerca el Aniversario 70 del 26 de julio de 1953, fecha memorable e histórica del asalto a los cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo, por un seleccionado contingente de jóvenes combatientes revolucionarios encabezados por Fidel Castro, quién los organizó, acompañó y dirigió —hasta el momento de ser hecho prisionero—, encendiendo heroicamente una llama que jamás se apagará en Cuba ni en América Latina y el Caribe.
Sin proponérselo o imaginarlo siquiera, ellos estaban abriendo e iniciando una nueva era en la historia fecunda de Nuestra América, con consecuencias y secuelas de todo tipo que marcaron para nuestro continente la aurora de un proceso de liberación que aún no ha culminado, pero marcha indetenible y desafiante, por el cual se ha pagado un alto precio y está abonado por la sangre y la vida de miles de mártires gloriosos.
El Foro de Sao Paulo, en su XXVI encuentro ha concedido a Cuba el título honorífico de PATRIMONIO UNIVERSAL DE LA DIGNIDAD por su heroica resistencia creativa de seis décadas enfrentando adversidades y dificultades hasta el crimen de genocidio, llevados a cabo por los gobiernos imperialistas de Estados Unidos sucesivamente, uno tras otro, en su fracasado afán y obsesión por destruir a la Revolución Cubana, asfixiar a su pueblo y reimplantar el dictado neo colonial sobre la nación que una vez consideraron su apéndice y neo colonia, más allá de «patio trasero».
Cuba es, por tanto, el ejemplo a aplastar y a ese perverso objetivo dedica el imperialismo todos sus recursos, en medio de una azarosa disputa en la que los pueblos y el movimiento popular en su conjunto van avanzando, no sin duras luchas encaminadas a arrebatar al yugo yanqui sus presas latinoamericanas y caribeñas.
Los grandes medios de comunicación del continente, que son voz y componente esencial del sistema capitalista neoliberal bajo la égida imperial, han ocultado cuidadosamente esta noticia que, al cabo de 70 años aumenta el prestigio y la fuerza moral de Cuba, del pueblo cubano que trabaja, resiste y construye cada día.
«La dignidad del pueblo cubano es ejemplo para todas las naciones y partidos populares del mundo», dice la declaración final del Foro, que otorgando por vez primera este título honra a Cuba y se honra a su vez como organización regional que avanza y crece, que llama a la unidad en la diversidad y constituye la columna vertebral unificada y coordinada del más amplio movimiento popular, progresista y de izquierda en nuestra región.
