Chan Ajaw, Maya t’aan. El principito

Jach beyo’ tu planetáaj le chan ajawo’, bey je’ex ti’ tuláakal planetase’ yaan us yéetel k’aak’as xíiwo’obi’. U mejenil uts yéetel u k’aak’as neek’ xíiwo’ob. Chéen ba’ale le neek’o’obo’ ma’ chíika’ano’obi’ ku weenelo’ob te’ tu ta’akmajil le yóok’ol kaabo’ tak lekéen u tukultej u yajal jump’éeli’.

Fragmento del principito en lengua maya pg. 22

Cada párrafo está lleno de consejos, como los consejos de nuestros abuelos, y nosotros que provenimos de comunidades, sabemos si lo tomamos o no, es ese tsolxikin en lengua maya. El fragmento anterior habla de las semillas: hay semillas buenas, semillas malas, nosotros sabemos cuándo tomarlo y cuando no.

Mucho de esos consejos tiene que ver con la forma de mirar el mundo, de cómo construimos o miramos la paz, le jets’óolal de como disfrutamos la vida, de descubrir cada día, de echar volar la imaginación, pero también del poder, del poder que tenemos como personas, de transmitr, como es el caso del maaya t’aan.

“Wak’p’éel k’iin… el seis está presente en toda la historia, que al igual que muchos no logré decifrar el significado, pero debe de ser una señal importante.

La fecha de publicación original: 6 de abril de 1943. Hoy es 06 del 06 mes, por eso digo que debe de ser una señal. Hay prestarlee atención, algo nos querra decir.

Nuestro mundo es tan pequeño, nos movemos en un espacio en donde al final, muchos de nosotros nos conocemos. Es convivir en este mundo, estar en paz y apoyarnos mutuamente, como comunidad, aquí estamos tres láak’, que compartimos un mismo objetivo: el amor a la cultura y lengua maya, gracias al Chan Ajaw que nos ha reunido para platicar, para dialogar, para celebrar.

La traducción de este tipo de literatura fortalecen la lectura y la presencia de la lengua maya en otros espacios y ámbitos, Uti’al k’i’itbesik le k maaya t’aana’, para esparcir semilla. Acercan la lectura de libros que han sido de cabeceras como este que, después de 81 años, sigue vigente. Me emociona cada vez que lo leo, a pesar de que ha pasado ya muchos años de mi primera lectura, me sigue pareciendo un libro precioso, lleno de consejos y de acertijos.

La traducción de El Principito al maya yucateco fue un trabajo de paciencia y convoca también a la discusión sobre la terminología en lengua maya que se usó para expresar mejor el mensaje del libro, el cual resuena también en las páginas del clásico francés.

Lo he dicho, hemos dicho, y lo vuelvo a repetir, la riqueza de nuestra lengua, como península, nos permite entendernos perfectamente, por eso celebro que obras como estas, que, aunque su primera edición, fue, me parece que en el 2010, con Amedée Collí, a través de la editorial Tintefas, sigan mostrando interés las autoridades para la publicación de este tipo de textos.

Me parece acertado que la edición sólo sea en maya, eso obliga a hacer la lectura en maya.

Es un trabajo enorme, la traducción es un arte, el suut, maansaj t’aan, Desde el inicio encontré alguna palabra en maya k’a’ana’anchaj ti’ junmúuch’… yo usaría el k’a’abéetcháaj ti’… pero que es comprensible la manera en que se encuentra la traducción.

Otro comentario acertado es que muchas de las palabras que, aunque son complicadas buscar sinónimos, se adecuaron a la explicación y sólo lo que de plano no se pudo traducir como el baobabs, planetáaj, Adas, avión, elefantes, martillo, se dejaron a la mayanización (Ya’ab ti’ le t’aano’ob yaan ich kastláan t’aane’, k’a’anan ich maaya’e’ u bin u tsoolol, ku bin chowaktal, tumen mina’an ich maaya).

 Algunos ejemplos de cómo fueron traducidos, de manera explicativa, que yo lo haría de otra manera, pero que se entiende, y que quizá tenga que ver con el regionalismo, “Le k’aaxo’ob mix máak k’uchko’ob u meyjajto’ob”, yo lo traduciría como el monte donde nadie ha llegado (se refiere a  Selva Virgen).

Otro ejemplo es «que se engulla una fiera», fue traducido como  Nuxi’ ts’íits’ik ba’alche’… un gran animal bravo, fiero.

Esto nos muestra, es que para hacer una traducción se requiere de conocer el contexto, leer, releer, ubicar sinónimos y principalmente mucha paciencia. La traducción no puede ser aislada y al mismo tiempo también adecuarlo a quienes van a leer el texto, a quienes queremos llegar. El tipo de lenguaje, si es para especialistas; la edad del lector cuenta mucho.

Las reglas gramaticales, prestamos, los signos de interrogación, en el maya hay palabras especificas para hacer preguntas, por lo que en el maya no se requiere de colocar los signos de interrogación, pero que aquí, sí fueron colocados, sin embargo no afecta, ya que hay uniformidad en el uso de estos.  La traducción, se realizó a partir de la norma de la escritura de la legua Vigente.

Habrá algunos errores, como en todo, lo que no le resta la importancia del material, al contrario, es una buena práctica para quienes quiere comparar la versión del español.

Uláak’e’ letie’ majan t’aan ku ya’aliko’, los préstamos, en la traducción es importante ver donde es pertinente el uso. Un texto también plagado de préstamos no es muy bueno, aquí fueron únicamente los necesarios.

Chan ajaw, permite ese acercamiento, lo más bello posible en lengua maya, aterrizado al contexto, con una muy fácil lectura. (El zorro, la vanidad, el rey, la rosa, el amor hacia la rosa y las imperfecciones)

Como ya se sabe, El Principito ha sido traducido en más de 250 idiomas, y a más de ocho lenguas originarias, sumando el maya t’aan.

Es maravilloso, jach ki’ichkelem, yaan ya’ab jatsuts t’aano’ob .Jump’éel bin k natsik le xook ti’  mejen paalalo’obo’, una manera hermosa de acercar la literatura a los niños.

El Principito es un libro de lectura obligada junto a otros Clásicos  como Balun Canan, de Rosario castellanos, El llano en llamas de Juan Rulfo, y me recordó otros textos como Platero y yo.

Quiero resaltar también la importancia que tienen las Instituciones para el fomento de materiales como estos y que pueden ser aliados como la Escuela de Creación Literaria en Lengua Maya, de la cual soy egresada, y el Instituto para el Fortalecimiento de la Cultura Maya, son espacios que vale la pena mirar como aliados para que los alumnos y maestros fomenten la traducción a la lengua maya de otras obras clásicas y puedan ser y llegar a las comunidades.

La Escuela de Creación junto con sus maestros ha traducido algunos textos de la literatura como piedra del sol de Octavio paz y Textos de Rubén Darío.

El cuidado editorial, lo vuelvo a poner sobre la mesa, es necesario esa formación de gente que conozca, que sepa, que se formen, necesitamos más correctores y editores en lengua maya.

Se requiere de Instituciones, organizaciones que financien, que destinen recurso para este tipo de iniciativas. Esta publicación consta de un número de ejemplares de 1,000, ignoró su distribución, pero es interesante el ejercicio de ver a cuántas de las más de 3,700 escuelas públicas en Yucatán pudieran llegar (según datos del INEGI), y principalmente que pudiera llegar a los niños que hablan maya, así como a las bibliotecas, salas de lectura. Esto hablando sólo Yucatán, sin tomar en cuenta a los estados vecinos, es decir, si sacamos cuentas, no llegaría a todas las escuelas, menos si se pretende un alcance peninsular.

Si tomamos en cuenta sólo a las escuelas de la SEGEY: educación indígena tiene una población de 277 preescolar, 145 primaria, 126 inicial. Apenas se cubriría una mínima parte con este tiraje.

Es necesario que las autoridades apuesten por iniciativas como estás que se suman a otros libros traducidos, en su momento, por ejemplo Ka’an Eek’, Canek de Ermilo Abreu en el 2008, realizado por Educación Indígena de la SEGEY, a través del programa ko’ox kanik maaya, se ignora el tiraje y los alcances. En el 2021, se publicó U Chilam Báalamil Chumayel, por secretaria de Cultura, tiraje de 2,500 ejemplares, se ignora su distribución, y estos sólo por mencionar una muestra.

Quizá existan muchas otras iniciativas de manera particular, pero que por ser de tirajes muy limitados no se conocen, pero que no llegan a donde debe de llegar, a los lectores en lengua maya.

Los tres estados, u petlumil Yucatán, deberían de unir esfuerzos por el maaya t’aan, estar generando las políticas públicas, dirigido también hacia las escuelas privadas, bibliotecas por este fortalecimiento de la lengua maya mediante los materiales. Pero que verdaderamente lleguen.

En nuestra vida, seré como el Principito, insistir hasta que lo que buscamos sea entendible, mostrar el panorama por el que pasamos, la disminución que pasamos hasta que se entienda que urge generar políticas públicas.  De no ser así, seremos una generación donde aquellos que nos siguen quizá ya no hablen nuestra lengua.

Estamos en un ambiente, donde cada vez, llegan más visitantes a Mérida, a la blanca Mérida, escuchamos anuncios, publicidad en inglés ¿Y, la maya? ¿Será esa semilla que no logrará germinar?

Estamos en un momento donde las autoridades urjan en el interés de construir un Estado inclusivo, donde la lengua maya, sea reconocida, pero con acciones reales, no de palabras y de papel.

Que la esperanza sea lo último que no perdamos, Ti’ tene’ yaanten jumpéek ki’ lool sáansamal kin jooya’tik, kin kanáantik… Regarlo, cuidarlo todos los días, como esa flor de nuestro amigo el principito. Nib óolal!

Maya-hablante, originaria de Chumayel Yucatán (1977), Licenciada en Antropología Social, (UADY). Técnica en Creación Literaria por la escuela de creación literaria en lengua maya. Maestra en Gestión del Desarrollo Rural (UACH). En octubre del 2017 finalizó el curso intensivo en Dirección de revitalización de la lengua en Euskal Herrian, en el País Vasco. Cuenta con diplomados en “Historia, arte y Religión en el área maya”; “Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas” “Género, desarrollo Sustentable e interculturalidad” “Diversidad Cultural, políticas públicas y derechos de los Pueblos Originarios de México”, “Peritaje Antropológico”. Diplomado de Literaturas Mexicanas en Lenguas Indígenas. Cuenta con experiencia en la enseñanza de la lengua maya. Ex Becaria en dos ocasiones del programa “Escritores en Lengua indígenas “del FONCA/CONACULTA. Ha colaborado en las revistas “Nikte T’aan”, Mirando al Género”; “K’áaylay”, “Jalal”, “Yook t’aan”, ha publicado en “Voz y pensamiento de las mujeres indígenas”, “ka’an ti’ilil”, “T’aan” “Los mayas tienen la palabra” “Nuevos Cantos de la Ceiba, Vol II, Escritores Contemporáneos” “Historia de Mujeres Maya Yucatecas”. En el 2017, Compiladora de la Antología “Sakalbil woojo’ob” Palabras Tejidas. Le ha sido publicado el poemario "U pixanil Kuxtal" (2019). Cuenta con el poemario "U suutukil xik'nal" (2020), en proceso de publicación. Publicación en "La experiencia literaria en lenguas indígenas Mexicanas" (2020). Publicación en writing the land. Writing humanity. The maya literary Renaissance (2020). Ha impartido clases de literatura y lengua Maya, en la Escuela de Escritores Leopoldo Peniche Vallado, Mérida, Yucatán. Cuenta con certificación como interprete en lengua maya por el INALI. Ha participado como ponente en diversos foros y conferencias, enfocados a los derechos del pueblo maya, las comunidades y mujeres mayas, la situación del pueblo maya, avances en la escritura de la lengua maya. Ha trabajado en la administración pública como en el Indemaya, en la CDI región Maxcanú, Delegación Yucatán, hoy INPI. En conjunto con Yuuyum AC, han impulsado talleres de revitalización de la lengua maya. Del 2017 al 2019 colaboro como Co-facilitadora del proyecto “Crianza con Buenos tratos”; con parteras de la comunidad de Chemax, Con la Fundación APIS Sureste. Del 2016 al 2018 Fue coordinador de campo en la Fundación Ko’ox Taani, en comunidades del sur del estado en procesos comunitarios de organización, formación y producción, con mujeres mayas. Ha participado con sus poesías en lengua maya, con el Grupo de la Hoja al Vuelo, así como en distintos recitales literarios dando muestra de su trabajo. Colaboradora Activa de Radio “Yuuyum”, que se transmite a través de Facebook Live, así como promotora de la revitalización de la lengua maya. Del 2018 a la fecha Jefa de Departamento de Patrimonio y museos comunitarios de la Secretaria de Cultura de Yucatán. Integrante del colectivo Sayab Tuukul, que impulsan actividades enfocados a la promoción, difusión y valorización de la lengua y cultura Maya.