Queridos Lectámbulos, esta ocasión tuve la oportunidad de platicar con el peculiar escritor mexicano Daniel Irineo (Ciudad de México, 1986) quien es narrador y poeta, su formación es de Licenciado en Derecho y, actualmente, estudia la carrera de Lengua y Literaturas Hispánicas. Autor del libro «Gabinete de animales notables» (Fósforo Edit.); ha participado en antologías literarias como “Pliego de Astillas” (CONACULTA- INBA), “Niños que se tragan la luna” (Editorial El Cálamo) y “Poesía ante la incertidumbre” (Editorial Río Negro, Perú), además de diversas revistas culturales de México y Suramérica, fue alumno de los poetas Raúl Renán, Víctor Sosa y Mijail Lamas. Es un autor que puesta por la experimentación literaria. Para ustedes, la entrevista:
—Daniel, cuentanos ¿Qué te impulsó a escribir relatos entomológicos y describiéndolos como si estuvieras realizando indagatorias criminalísticas?
—Realmente no tengo una respuesta concreta, desde mi infancia recuerdo que, en la etapa de la secundaria, me impactó mi profesor de la materia de español. Nos puso a leer la novela de Fiodor Dostoievski, Crimen y Castigo, a partir de ese libro fui forjando un gusto particular; primero por Dostoievski, luego siempre me han interesado las cuestiones de la criminalística o la criminología, entonces esa parte permeó profundamente en mí; además, en mi caso, provengo de padres abogados. En la casa, siempre, había libros de derecho, entonces, de alguna manera, fue formando mi inclinación hacia esta carrera.
La inmediatez de esos momentos fue creciendo mi gusto por la literatura, al parejo de esta circunstancia, un escritor en particular, Franz Kafka, porque tiene estas coincidencias, yo me veo reflejado en él —sería mucho decir en cuanto a su literatura, pero si en los mecanismos que utilizamos para escribir—, a veces utilizar aquellos horarios laborales o algún momento que tenemos para desarrollar esta parte de la literatura, lo disfruto bastante. De ahí parte mi gusto por ambas circunstancias profesionales.
—La abogacía es una profesión de suma de hechos e indagatoria durante la praxis, en tu escritura la aplicas en cada relato de Gabinete de animales notables. Platícanos el desarrollo de cómo unes ambas profesiones.
—Definitivamente, las circunstancias de como fui educado, el aprendizaje de mi primera Licenciatura en Derecho se trasmina en la forma como escribo; es decir, ser minucioso en el sentido de investigar bien los hechos, conocer las circunstancias para poder plasmarlas en este caso en la literatura o cualquier escrito donde me gusta conjuntar todos los elementos para luego desarrollarlos en un texto. Cada uno en su justa dimensión, por una parte literario, otra la cuestión jurídica, pero, definitivamente, esta búsqueda, estas circunstancias de utilizar un método, por nombrarlo de alguna manera, permean en mi trabajo literario.
En Gabinete de animales notables ¿Podría abogar la literatura por estos animales entomológicos?
Desde esa perspectiva, Normita, creo que sí; al final, todos estos animalitos han sido vilipendiados por los seres humanos toda su vida; sobre todo, las moscas, las arañas. Otro punto importante que puedes leer en Gabinete de animales notables es que muestro lo que el ser humano no ve a primera vista. Te comento: la utilidad, quizá, desde mi inconsciente, realizo la defensoría de estos animalitos a través de mis relatos. Me coloco el traje de esa defensoría, trato de realizar la defensa de estos personajes que son los diversos insectos desde su origen, su hábitat, porque se han visto atacados con prejuicios y sin razón, claro que hay entre la entomología animales venenosos como ciertas arañas que son letales; por supuesto, el ciempiés no lo podemos manipular de forma arbitraria, pero, de alguna forma, todos estos animalitos tienen un papel importante en el desarrollo de la vida del planeta. Ejemplos como la cochinilla, los escarabajos, que tienen funciones muy específicas, quizá, sin ellos, en la naturaleza, habría menos posibilidades de subsistir, entonces, de alguna forma, tomo esta capa para proyectarlos de manera en la que la gente pueda verlos sin ataduras sin estereotipos que los hacen ver como animalillos feos y malos como el zancudo.
¿Por qué crees que algunas editoriales más en el rubro de la literatura no aceptan este tipo de literatura con temas entomológicos, científicos?
Tiene que ver en parte con la sociedad en general, no es una crítica, porque cada uno de nosotros desde nuestra trinchera ha hecho su parte. Definitivamente, México no es un país que se caracterice por desarrollar la cultura, mucho menos a este nivel literatura-ciencia, sino la literatura generalmente está en un segundo plano, tanto a nivel gubernamental, incluso a nivel social, tampoco las clases altas de este país, en lo que yo conozco, se han interesado mucho para apoyar nuevos talentos como lo hacían mecenas en otras culturas; tampoco, el gobierno pone su parte ni tenemos esos mecenazgos; por ende, la cultura queda entrecruzada solamente para los que realmente nos importa, nos gusta y seguimos realizando actividades culturales y científicas perdiendo dinero, porque uno debe poner de su propio bolsillo o medios para invertir en un proyecto y hacer llegar a otros públicos la diversidad cultural-científica, es complejo traspasar una barrera más allá. Pero, sí creo que necesitamos muchos apoyos desde el gobierno, por supuesto la clase alta podría generar un mejor ambiente para desarrollar el arte en general.
¿Qué piensas de este punto interdisciplinario: Arte, Literatura, Ciencia?
Creo que las ciencias del arte deben importar mucho en la mayoría de los casos, pero a veces pienso que la ciencia no le importa a donde va. Lo hemos visto claro en la pandemia, estábamos buscando una cura a toda costa, a veces sin importar, o realmente sin conocer toda consecuencia que ésta nos podría traer; por otro lado, siento que la ciencia avanza de forma ciega, te comento, un gran problema se avecina con las bacterias, súper bacterias y esto ha sido en parte culpa de nosotros como seres humanos; otras personas que trabajan en el avance científico a través de sus experimentos, realización de nuevas vacunas, antibióticos; otro problema está en los medicamentos que se han vendido de forma indiscriminada. Los científicos están en su burbuja. Ahora bien, en cierta medida no les ha interesado hacia dónde ir con todas estas problemáticas. Yo sí parto de esta diferencia entre el arte y la ciencia, claro, de alguna forma, comulgan con aquel pasaje que me gusta mucho del libro Viajar de Herman Melville, donde hay un ensayo que habla de una definición que se da a una flor y cómo la describe un botánico; un poeta, entonces, comenta, si bien, a veces, las descripciones de la ciencia pueden ser muy exactas, no siempre llegan de la manera que deberían a la gente, en esta cuestión la poesía las expresa de una forma más humana. Para responder tu pregunta, una puede consumar la otra.
—¿Por qué crees que se estigmatiza a los insectos?
—Me imagino que es una cuestión antropológica, por ejemplo, la evolución con las víboras, cuando miramos una víbora de colores, automáticamente ubicas peligro, una de esas especies es la que llamamos falsa coralillo y nos asustamos, pero, es totalmente dócil, lamentablemente, no todos podemos distinguir estos elementos, preferimos acabar con algo que pudiese ponernos en peligro. Desde esta perspectiva, creo que el ser humano va forjando estos estereotipos y cuando ven una araña, aunque sea totalmente doméstica e inofensiva, la primera reacción que tenemos es matarla o echarle insecticida, lo mismo hacemos con las hormigas y con las moscas.
No sabemos que las arañas domésticas nos pueden proteger de otros insectos como podría ser una araña violinista, un zancudo y dejarlos que ellos se manejen en su ambiente. Yo siento que deviene de una evolución que hemos tenido, asimismo tiene que ver con el sentido de protegernos a nosotros, también es cierto que actualmente hay tanta información que algunas veces podremos utilizar y tratar de ser menos prejuiciosos, finalmente, es mi forma de aportar, a través de mi librito de bolsillo, reducir un poco los prejuicios que existen para con estos animales.
—¿Qué novedades literarias nos compartirás a futuro, Daniel Irineo?
—Sí, tengo tiempo trabajando otro libro con otro de mis gustos, me refiero a la astronomía, no la astrología (reímos), en mi caso, la astronomía me fascina, conocer acerca de los planetas, estoy preparando un pequeño libro de relatos que tienen que ver con el cosmos, los astros, con gente que ha intervenido Giordano Bruno, él decía: el límite no está en cielo. Antes de Nicolás Copérnico, Aristarco de Samos fue, de alguna forma, quien adelantó un poco la teoría del sol en el centro del universo, me hipnotiza trabajar con estos temas. Asimismo, en estos relatos hablo un poquito de Plutón, se supone que en su pequeña superficie hay, por decirlo coloquialmente, una hendidura que se forma como un corazón, en mi escritura forjo extrapolación y trato de llenarme de metáforas para explicar estas cuestiones, tal vez astronómicas, que tienen obviamente con la ciencia, sin dejar de pensar como acercar la lectura a lectores diversos con un lenguaje más poético desde otra perspectiva, lo tengo ya muy avanzado.
—¿La ciencia y la literatura no están distanciadas?
—Normita, la ciencia y la literatura no están peleadas una tiene su lenguaje, pero, la una, sin lugar a duda, puede abrevar de la otra. Jorge Luis Borges adelantó algunas circunstancias sobre mecánica cuántica en su libro El Aleph con su personaje Ireneo Funes,ahí une la literatura con la ciencia compartiendo muchas circunstancias desde sus construcciones de los elementos, lenguaje sencillo, como se construye una investigación, como se construye un texto, en esa parte tienen mucha similitud, sin complicaciones.
—Daniel Ireneo muchas gracias por esta breve entrevista.
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