Tu amor me ha llevado al éxtasis, de tal forma,
que por esas horas ha valido la pena una vida entera atormentada por la insignificancia de mi existencia.
He conocido el cielo,
sin ritos religiosos,
sin drogas,
y sin poesía.
He sido yo el poema,
la Diosa
el viaje.
Ha sucedido en mí,
acompañada de tu amor,
la vida.
Y ha valido la pena mi vida,
por haber encontrado,
bendito sea, tu amor.
Responder