Candy May, una mujer maya abriendo brecha. Entrevista de Arline Bojorquez.

Nombrarnos y nombrar a otras es un acto político.

En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer y con el objetivo de visibilizar el movimiento feminista en las comunidades es que presentamos una entrevista con la doctora Candelaria May Novelo, quien es vallisoletana de nacimiento, fundadora del Centro Cultural “Casa Colibrí” y de la editorial “Candy May Cartonera”.

Ser mujer es una construcción social y Candy lo tiene bien claro. Ella es una mujer fuerte, decidida, con la convicción de que su voz es importante y debe presentarse alto y claro con todo el derecho que le corresponde. También sabe que no todas las mujeres tenemos las mismas oportunidades y más si hablamos de las comunidades, en las que mientras más lejos se ubiquen de las ciudades más estrecha es la salida a la libertad y al conocimiento.

Candy May tiene un fuerte sentido de compromiso por la cultura, la lengua y la identidad maya, las mujeres y los derechos humanos, su trabajo ha creado redes en apoyo para niñas, niños, adolescentes y mujeres mayas. Conozcamos un poco más de su labor en su propia voz, sobre cómo fue su acercamiento al feminismo y activismo.

—¿Quién es Candy May?

—Yo me asumo y reconozco como una mujer maya, feminista interseccional y activista por los derechos humanos. Se nos ha inculcado callar el quiénes somos, nuestras fortalezas y me parece importante cambiar esa mirada, ya que es relevante que niñas, adolescentes y mujeres conozcan las trayectorias, nombrarnos y nombrar a otras es un acto político.

—Candy ¿cómo fue tu acercamiento al feminismo?

—Mis estudios, la lectura y la investigación han sido siempre una constante en mi vida, yo ya tenía una visión como mujer maya, entonces empezaba a construirme en el feminismo, estaba muy clara en el sentido del respeto de los derechos humanos de la infancia. Al estar estudiando la especialidad en sexualidad, un diplomado de género y luego la maestría en sexualidad conlleva a fortalecerme en el feminismo lo cual me lleva a posicionarme y fortalecer otra etapa de mi vida que es el ser activista por los derechos humanos.

—Tienes un fuerte sentido de compromiso con el pueblo maya ¿Qué te lleva hacer activismo?

—La gente activista se construye ante una situación de violencia que vive, te posicionas y creas redes. Me mueve hacer activismo porque hay mucha gente que no tiene la oportunidad de formarse, de tener elementos para defenderse, para posicionarse, por eso he hecho acompañamiento a mujeres víctimas de violencia.

—La investigación ha sido parte fundamental de tu trayectoria ¿cómo ha contribuido a las niñas, adolescentes y mujeres mayas?

—Hacer investigación posibilita desde la asunción de la identidad maya, compartir datos fidedignos de lo que viven las mujeres mayas y visibilizar lo que sucede en el oriente de estado. También el poder documentar sirva también de ejemplo para otras niñas y adolescentes mayas para que vean que es posible, que el ser maya te debe posicionar de manera firme con las riquezas de tu origen.

Todo lo que voy aprendiendo en el lado académico lo traslado y lo pongo al servicio de la comunidad. Es por eso que decidí abrir el centro cultural y de derechos humanos Casa Colibrí que es una organización de iniciativa civil, apartidista con mucho compromiso con el pueblo maya, con las mujeres, la niñez, la adolescencia y la diversidad sexual. El 26 de agosto de 2017 fundo Casa Colibrí cuya finalidad es crear comunidad a través de la lectura, talleres, conferencias, entre otras actividades.

—¿Podrías hablarnos un poco más sobre la Casa Colibrí? sabemos de la vinculación con otros municipios

—En 2021 en el centro cultural y de derechos humanos Casa Colibrí se dio la oportunidad de que en cinco municipios mujeres interesadas por colectivizar por sus derechos humanos pidieron la oportunidad de abrir una Casa Colibrí, por lo que hoy además de estar en Valladolid estamos en Panabá, Maxcanú, Cuzamá, Tizimín y Umán. También en el centro cultural recibimos a estudiantes con interés en hacer su servicio social en temas de género, la cultura maya, etc., hemos recibido estudiantes de Amsterdam, Colombia, Eslovaquia entre otros, son jóvenes que desean realizar investigación.

—La escritura es parte de tu formación personal y profesional y ahora la edición de libros ¿podrías compartirnos sobre el tema?

En el 2020 fundé la editorial “Candy May Cartonera” el primer libro que hicimos fue el Manual de los derechos sexuales y reproductivos de los adolescentes mayas, presenté esta iniciativa de la cual yo tomo el ejemplo de otras mujeres cartoneras en donde he participado y dije puedo hacer esto y puedo darle la oportunidad de escribir y de ser publicadas a muchas otras mujeres que desde la mirada normativa que si no han pasado por una escuela de escritores no podrán escribir y menos ser publicadas. Precisamente con la visión de darle espacio a otras narrativas es que fundo la editorial. En el 2021 cumplimos el primer año y decidí impulsar la antología “Carta a mi Niña” que la pensé en el marco del Día Internacional de la Niña, en la cual participaron 21 escritoras de cinco países y actualmente ya está solicitada para hacerse en Baja California, Hidalgo, Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.

—Candy ¿Qué es lo que viene ahora para ti?

—Yo tengo la aspiración de abrir la escuela feminista interseccional y está pensada para las comunidades, donde las niñas puedan conocer sobre sus derechos humanos, fortalezcan su identidad, educación integral de la sexualidad, interculturalidad crítica, entre otros temas. Otro proyecto son las salas de lectura y bibliotecas comunitarias, me mueve que en las comunidades indígenas donde hay menos oportunidades de muchas cosas pueda haber espacios de lectura, que sean un punto de encuentro y de convivencia con la comunidad, favoreciendo que tanto hombres, mujeres, niñas y niños puedan leer, platicar y que generen la oportunidad de compartir los quehaceres de la cotidianeidad relacionada a nuestra cultura. He donado acervos para cinco comunidades con ex alumnos de la UPN, abrimos la biblioteca comunitaria Feliciano Sánchez Chan en Dzitnup y vamos abrir la de Ana Patricia Martínez Huchin, tenemos propuesta de abrir una biblioteca en San José Oriente que está por Hoctún, me parece importante mencionarlo porque la gente responde con la donación de libros.

Los libros son útiles en la comunidad, siempre hay que pensar que no todos tienen la oportunidad de tener un libro en la mano, entonces debe existir generosidad en compartir el conocimiento y la experiencia.  Me hace feliz poder hacer esto, seguiré construyendo.

—Finalmente Candy, en el marco del Día Internacional de la Mujer ¿un mensaje que desees compartir con todas las mujeres yucatecas?

—En el marco del ocho de marzo que es Día Internacional de la Mujer dentro de lo importante que significa posicionarnos en torno al cumplimiento de nuestros derechos, recordar que ese día es un día de lucha, no de felicitación, no hay condiciones para felicitar. Decirles a las mujeres que lean, investiguen para que puedan educarse e ir educando a las niñas como sujetos de derecho. Si hay actividades en sus municipios que salgan a formar red para que podamos ser cada día más mujeres  demandando justicia por aquellas que ya no están o por aquellas que aunque quieran, no pueden salir porque no se les permite. Decirles que las redes de mujeres salvan, la sororidad, las alianzas vienen siendo un escudo sororo de supervivencia, una estrategia de protección.

Licenciada en Historia por la Universidad Autónoma de Yucatán, diplomada en tanatología y fomento a la lectura. Actualmente estudia la maestría en psicoterapia humanista. Colaboradora del libro "Gesto y espacio: permanencia y arquitectura en Yucatán" (Segey 2015) y autora de la columna Tribu F en el diario Novedades Yucatán. Es creadora del taller Journaling & escritura terapéutica dedicado a mujeres que desean encontrar su voz y compartirla con el mundo. Contacto: arlinebc@hotmail.com/Instagram: arlinebc