El cine de época en México

En la actualidad, el cine histórico no se produce por los grandes costos que implica recrear la ambientación. Es un género que necesita hacerse, sobre todo para dar a conocer momentos de la historia mexicana que se han olvidado.

Se conoce como cine o género de época; sin embargo, hay que referirse a éste como género histórico el cual se da cuando las películas se ven envueltas por un evento de la historia de un país o una persona, en ocasiones desde el punto de vista de un personaje ficticio.

Dentro de los elementos visuales inmediatos se encuentran el vestuario, el maquillaje, los peinados, la utilería, los escenarios interiores y exteriores, que son imprescindibles al momento de contar este tipo de historias.

Hay películas que por su tratamiento visual se pueden considerar dentro de este género; sin embargo, no ahondan sobre un evento histórico en concreto. En la película Ya no estoy aquí (Frías, 2019) tiene como protagonista a Ulises, un joven que se ve obligado a cambiar de origen por el surgimiento del crimen organizado. La historia de este joven pudo haber profundizado en el México que empezaba a padecer por la guerra entre carteles; sin embargo, la película se centra en Ulises.

Como en muchos otros géneros cinematográficos, se éste desprenden otros subgéneros:

  • Cine de época: comúnmente se desarrollan entre 1600 a 1900, también llamado cine De capa y espada.
  • Cine Bélico: este género se desarrolla en las guerras de distintas épocas y lugares, se le da prioridad al aspecto militar, sin embargo, hay películas que se desarrollan fuera del campo de batalla y gira en torno a cómo la guerra afecta a un personaje.
  • Peplum: estas historias tratan de evocar cómo se vivía en la época antigua. Los escenarios son comúnmente Roma, Grecia, Egipto o Babilonia, aunque también se nutre de los mitos de estas culturas, así como del Antiguo y Nuevo Testamento.  
  • Edad Media: Este género se desarrolla en la época medieval haciendo alusión a las guerras, enfermedades e incluso la magia.
  • Biopic: La historia se desarrolla sobre la vida de una persona condensando los eventos más relevantes.

Es en el esplendor del cine mexicano que se encuentran las primeras manifestaciones de querer hablar del pasado de México.

Este último da la oportunidad al cine de volverse una herramienta educativa, ya que al contener datos históricos el espectador puede tener una noción sobre cierto momento en la historia. A diferencia de un documental, este tipo de cine agrega eventos ficticios para entretener al público, es una manera oportuna de aprender sobre la historia de un país.

            El género histórico en el cine mexicano está vinculado con el cine de la Época de Oro que va del periodo de 1932 a 1956; posteriormente, se hacen películas, incluso programas de televisión, de tinte histórico, pero es en el esplendor del cine mexicano que se encuentran las primeras manifestaciones de querer hablar del pasado de México.

            La Revolución Mexicana es el primer tema que el cine histórico aborda, iniciando con la película Revolución o La sombra de Pancho Villa producida en 1932 por Miguel Contreras Torres. En 1956 se filma Cielito lindo, bajo la dirección de Miguel M. Delgado, es aquí cuando la guerra de la Revolución deja de ser tema para las películas históricas durante un periodo. 

            La Revolución Mexicana termina en 1924 y es probablemente que no se sienta ese distanciamiento temporal entre el fin de la guerra y el año en que estos filmes se empezaron a producir para que sean considerados dentro del género, ¿cuánto tiempo hay que dejar pasar para hablar del pasado de un país o de una persona? Es claro que al ser tan contemporáneos no enfrentaron muchos problemas para conseguir vestuarios, utilería o locaciones donde se pudiera llevar a cabo este tipo de películas.

            Los temas que abordan los directores que dirigen este tipo de cine son diversos, en Retorno a Aztlán (Mora, 1990) se habla sobre el antiguo imperio gobernado por Moctezuma. La película Epitafio (Imaz y Olaizola, 2015) narra la historia de Diego de Ordaz y Hernán Cortés en su expedición a Tenochtitlan, tema que también se toca en La otra conquista (Carrasco, 1998). En Cinco de Mayo: la batalla (Lara, 2013) aborda la lucha que se llevó a cabo en Puebla. 

   Por otro lado, hay películas que toman como escenario momentos con un contexto político, como la matanza de Tlatelolco en Rojo Amanecer (Fons, 1989), incluso se puede mencionar el film Canoa (Cazals, 1976) que se basa en los hechos ocurridos en San Miguel Canoa, sin dejar de lado la forma en la que el director enlaza estos sucesos con lo acontecido el 2 de octubre.

El cine histórico mexicano también retrata eventos catastróficos que dejaron huella, como el temblor de 1985, reflejado en la película El día de la unión (Becker, 2017). Sea el acontecimiento histórico que los directores escojan para sus historias, hay un tema universal con el que el espectador va a identificarse: amor, odio, nostalgia, venganza, rebeldía, entre otros.  

En la actualidad, el cine histórico no se produce por los grandes costos que implica recrear la ambientación. Es un género que necesita hacerse, sobre todo para dar a conocer momentos de la historia mexicana que se han olvidado. Una de las películas históricas más recientes es El baile de los 41 (Pablos, 2020), que se centra en una de las primeras fiestas entre un grupo de hombres homosexuales, donde estuvo involucrado el yerno de Porfirio Díaz. La importancia que recae el traer de nuevo este evento en la historia importante ya que muchas personas desconocían sobre el suceso. Hay que seguir viendo este tipo de cine para no dejar en el olvido momentos que fueron relevantes, para aprender del pasado y trazar un mejor camino hacia el futuro.

Originario de la Ciudad de México, estudiante de Cinematografía y apasionado por la escritura y la moda, a temprana edad encontró una fijación por el arte, en especial el teatro, pero fue hasta su educación media superior donde eligió el Cine como profesión. Se ha visto involucrado en el área de Diseño de Producción participando en distintos cortometrajes y videoclips desempeñando un rol como Diseñador de vestuario, Vestuarista, Director de Arte y Maquillista. Así mismo su interés por seguir la historia del vestuario en México lo ha llevado a escribir su tesis: Acercamiento visual y estético de la película La Escondida de Roberto Gavaldón: el vestuario cinematográfico