En la vida cotidiana, la percepción social y el discurso acerca del suicidio en Yucatán se hallan silenciados. Es uno de esos temas de los cuales la gente prefiere no hablar. Nuestros convencionalismos sociales lo mantienen invisible. Paradójicamente, casi cualquier persona cree tener una opinión certera sobre ese y otros temas tabú, y la expresa con desparpajo en charlas de sobremesa, sin llegar a reconocer que, por lo general, esa opinión podría estar fundada en percepciones mediatizadas o en mitos construidos socialmente.
Como consecuencia de estas percepciones, se entretejen numerosos juicios sobre las motivaciones del suicida. Se habla por igual de su valentía o su cobardía, de la probable culpabilidad de su pareja o familiares cercanos. También se consideran como causas de la alta incidencia de autoeliminación, las tradiciones culturales de la región, el clima extremo, la idiosincrasia peninsular, entre otras, frecuentemente difundidas en medios de comunicación.
Tampoco ayuda que sean exclusivamente las instituciones de la salud las encargadas de implementar las escasas políticas públicas de atención al suicidio, porque esta condición genera a su vez, otras percepciones igualmente sesgadas, tales como que el suicidio es un problema exclusivamente de salud mental, que se contagia, que se podría propagar como una epidemia, o que se origina por la depresión, la esquizofrenia o cualquier otro padecimiento psiquiátrico.

A pesar de que la investigación sobre el suicidio en la península de Yucatán no es abundante, durante las últimas tres décadas, el problema ha sido atendido por algunas figuras relevantes en el medio de la salud y de la investigación socioantropológica. Sobresale, entre ellas, el Dr. Gaspar Baquedano, quien lamentablemente falleció a principios de marzo pasado.
Los integrantes de Murmurante Teatro conocimos a Gaspar Baquedano a mediados del año 2010. Iniciábamos el laboratorio de creación de la pieza escénica El viaje inmóvil, estudio en espiral sobre el suicidio. Gaspar nos abrió las puertas del Programa Integral de Atención al Suicidio (PIAS) y nos invitó a integrarnos como participantes del grupo “La Esperanza”. Allí convivimos con personas que habían intentado el suicidio y habían logrado retomar los hilos de sus vidas en forma creativa y valiente, gracias a la intervención generosa y profundamente humana de Gaspar y su equipo de profesionales.
Durante más de dos décadas, la labor del Dr. Baquedano en el Hospital Psiquiátrico Yucatán fue notable, porque se centró en la experiencia de aquellas personas que habían intentado su autoeliminación. A éstos, Gaspar los consideraba los verdaderos “expertos” en el tema. Mediante la formación de grupos de autoayuda, cobijados por el PIAS, atendía no sólo a las personas que se habían intentado suicidar, sino también a los familiares. Con ello, el Dr. Baquedano generó una valiosa experiencia, sostenida durante años y complementada por actividades de difusión como el programa radiofónico testimonial “Aquí y ahora”, conducido por las Maestras en psicología Irma Can y Alejandra Aranda, en Radio UADY.
Por otra parte, Baquedano fue fundador de “ECO”, Escuela de Conciencia, en la cual promovía charlas y un Diplomado en Suicidología que él mismo impartía. De igual manera, fue fundador del programa para la prevención del suicidio «Salvemos una vida».
Era frecuente escucharlo afirmar que “el suicidio no existe”. Con esa desconcertante frase indicaba que, en efecto, no existe tal como existe una enfermedad, originada por un germen, un virus o un agente externo que invade el cuerpo. No obstante que Gaspar Baquedano era médico, su formación como antropólogo le permitía desmedicalizar su punto de vista y tratar el suicidio como un problema social. “Una construcción social, de la cual, somos todos responsables».

En Murmurante Teatro, compañía teatral de la cual soy fundador, junto con Ariadna Medina, colaborar con el Dr. Baquedano fue fundamental para orientar nuestro trabajo artístico y social en torno al suicidio, adoptando la perspectiva de que no se trata de un problema exclusivamente médico, sino también social y cultural. Con esta visión, hemos podido formular preguntas sobre el tema, desde las artes escénicas y el cine documental durante los últimos doce años.
En el mes de septiembre se conmemora el día mundial de la prevención del suicidio. Este año nos hemos propuesto realizar algunas actividades artísticas relacionadas con el tema, que tienen como uno de sus propósitos honrar la memoria de nuestro amigo el Dr. Gaspar Baquedano López. Para ello, hemos programado un breve ciclo de presentaciones de nuestro trabajo escénico y cinematográfico en Murmurante Teatro.
Los días 9 y 11 de septiembre daremos funciones de la pieza escénica El silencio que abrasa, la cual tiene como eje temático el duelo por la pérdida de seres queridos. La cuota de recuperación es de $130.00. Para el día 10, en que se conmemora el día mundial de prevención del suicidio, proyectaremos Los Bordes del Abismo, documental filmado en Yucatán y en la República del Uruguay, basado en testimonios de quienes sobrevivieron al suicidio de seres queridos. En este último participa con sus puntos de vista el Dr. Gaspar Baquedano, junto con su colega uruguaya, la Dra. Silvia Peláez. Para esa proyección-homenaje, la entrada es libre y el cupo limitado. Todos los eventos son a las ocho de la noche. Las reservaciones pueden realizarse al WhatsApp de Murmurante Teatro: 9991264066.
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