Entrevista a Javier Solorzano Casarin. Segunda parte. Ko’olel, (mujer) sembrando justicia

Continuamos con la entrevista que realizamos a Javier Solorzano Casarín en exclusiva para ustedes, queridos Lectámbulos. En esta segunda parte, nos habla a cerca del documental Ko’olel (mujer), sembrando justicia, que nos cuenta la historia de Fanny y Eulogia, promotoras de la justicia en una comunidad maya del estado de Yucatán. Al final, podrán encontrar el documental completo.

—Cuándo filmabas el documental Ko’olel, (mujer) sembrando justicia, observamos dos protagonistas que van contando cada una su propia historia, pero estos personajes dan voz a muchas mujeres con otras situaciones vivenciales de su entorno,  observamos ambientes muy a contracorriente y tú los encapsulas ¿Tu péndulo siempre depende de la mujer para filmar?

La mujer siempre ha estado presente en mi vida personal, ahí sí, en mi experiencia he estado rodeado de mujeres muy fuertes, apasionadas, independientes, mujeres que han decido ir en contra del status quo, comenzando por mi mamá, mi tía Cecilia Ahumada, que lamentablemente ya falleció, las mujeres que he conocido, amigas, ex parejas, ahora mi esposa Paola, madre de mi hija. Siempre las mujeres me ha impresionado, por la forma que tienen que vivir, sin caer en un lugar común, han vivido a contra corriente por cómo está hecha la sociedad y el mundo. Han tenido que ir en contra de las preconcepciones de lo que una mujer pueda o no pueda hacer.

Reconozco que la feminidad me encanta, la sensualidad de la mujer está en muchísimas cosas, no solamente en lo físico; me hipnotiza el trabajo actoral de una actriz, me mueve y me conmueve; me encanta una mujer llena de música cuando es talentosa, verla tocar un instrumento, poder verla en una perspectiva del todo, sea una conversación de algún tema o de lo que fuera.

Siempre he tratado de imaginarme a ese personaje femenino en todo lo que hago, porque de nuevo es alejarme de mi realidad personal, salir de mi zona de confort de lo que yo conozco. Me sobresalta mucho lo que estas mujeres logran hacer a partir de sus experiencias, sus luchas, realmente ser el núcleo, no solamente de sus familias sino para la sociedad, o sea, ellas son el centro, todo funciona gracias a las mujeres y no queremos reconocerlo. Por eso, he tratado de mostrar, visitar, retratar en mi trabajo ese sentido y el resultado Ko´olel, mujer sembrando justicia,  una vez más, no en el sentido de la puesta en escena, sino en el sentido de lo que ahí estaba por retratar, a esta mujer que a pesar de la adversidad, a pesar de todo decide luchar contra el status quo en circunstancias muy difíciles por falta de educación, de oportunidades, de un apoyo real local y federal, de la ausencia de una verdadera autoridad que garantice una equidad de género, porque en México es muy efímera; sé que en muchas partes del mundo lo es, pero más en México, eso fue lo que me motivó hacer el documental y nos invitaron hacerlo con el respaldo de mis socios de la Compañía CineMagiaContent; Camila Fernández, quien fue la productora; Miguel De la Cruz, encargado de fotografía y tu servidor.

En el documental deseo y busco nuevamente mi anhelo, hacerlo totalmente de manera libre, lanzarme a la realidad, arrojarme a la situación que está frente a mí.

Javier Solorzano Casarin

—En la narrativa del documental, tus protagonistas Eulogia y Fanny, las engrandeces a pesar de sus vivencias dolorosas, observamos su generosidad sin medida, las engrandeces de una forma tan vital, entre sus rostros y los espacios geográficos exuberantes con sus propios sonidos que parecen poemas. Javier Solórzano Casarin, explícame ¿Cómo lo pensaste?

Como tú dices, esta narrativa es lo principal, porque retrata a estas mujeres con sus luchas, de su entorno y ante la sociedad que las rodea. Refleja a través de ellas lo que yo no quiero aceptar, este estilo de vida, no quiero la inequidad de género, el abuso, la violencia. A partir de aquí, voy a hacer mi experiencia, voy a luchar afuera, al exterior, para encargarme de que las demás mujeres, aunque no las conozco, no sólo mis vecinas, hagan lo mismo que yo, salgan de su caparazón y luchen por una vida mejor. El otro enfoque adentro del documental tiene ver con el hábitat de su vida cotidiana, yo creo que la imagen con el lenguaje audiovisual de la película nos muestra los asombrosos territorios que no sabemos apreciar y que forman parte de nosotros; sin duda fue muy grato mostrar todo lo que esos lugares conservan en las comunidades de Yucatán, al mismo tiempo escuchar y sentir la fauna,  mirar a los animales, contemplar el cielo la luz del amanecer, el atardecer y el anochecer, en sí, como cae el sol, el sonido del follaje de los árboles, de las palmeras, el todo de la vida natural.

Para mí es importante tenerlo siempre en mente y traté de hacerlo con otros documentales incluyendo de alguna manera en Elvira, Ti Muxe y ahora con Ko´olel, donde las imágenes hacen su presencia espontánea, su aparición por sí solas, desde imágenes con un pequeño detalle, el más chiquito y te digan qué hay en ese encuadre, en esa composición, ¿qué es ese mundo? ¿Es relevante? ¿Cómo son esas personas? ¿Por qué viven así? ¿Cómo es la relación entre ellas? ¿Cómo es el sentido de la comunidad donde conviven? Yo diría que eso se dio en una manera abstracta, bien impresionista y sutil. No hubo una fuerza tajante que dijera esto es así, porque lo sentimos, lo pensamos.

—Las atmósferas en Ko´olel se ven al inicio del documental como si actuaran por sí mismas, las imágenes en compañía de una música muy noble pero honda que nos da un aviso ¿Fue tu intensión exponerlo de esta manera?

—Se expone el mundo que habitan y se habla de lo que ellas están luchando, por lo que viven todos los días. Entonces, fue poder ver en diferentes planos y tesituras que pudieran contar varias cosas, que ese es el gran reto de cualquier gran cineasta o cualquier gran película, poder realizar algo así. Por eso están plasmadas las emociones, porque ellas mismas las comunican, pero mucho tiene que ver lo que está en su contexto espacial y temporal, como si las imágenes y el sonido pudieran hablar por ellas.

Escena del documental Ko’olel (mujer), sembrando justicia

—Eulogia Poot y Fanny Rubí, tus protagonistas, no son actrices de carrera ¿Cómo lograste que actuaran y contarán de una forma profesional sus historias y no temer a la cámara, mucho menos intimidarse por el director?

Yo creo que para lograr eso tienes que forjar una relación personal y humana con estas personas, y es chistoso, porque yo, es como las paradojas de la vida, a mí choca estar enfrente de una cámara, no me gusta que me tomen fotos, ya te imaginarás lo que pienso de las redes de Instagram, Facebook. Por lo general, trato de no estar en las fotos, pero naturalmente, he cursado actuación, porque creo que es muy importante como director saber lo que es ser actor.

( Interrumpo a Javier Sólorzano Casarin, enfatizo que tiene la responsabilidad como director, ambos nos reímos)  

—Exacto, a pesar de que tengo la responsabilidad de acción, decirle al actor qué quiero que haga, te estoy pidiendo que me des esto, entonces déjamelo en la escena. Te hago un paréntesis, Norma, yo hice mucho teatro desde chiquito en la preparatoria, la universidad, he tomado muchos talleres de teatro, al final, descubrí que me encanta la actuación, me apasiona y admiro el oficio del actor y la actriz de la manera más profunda, reitero me fascina. Algún día pondré, publicaré una lista de mis actores favoritos, pero nunca me ha gustado estar frente al ojo público, frente a la gente. Yo entiendo lo que significa para alguien que llegues con una cámara de una manera invasiva, de una manera voyerista, poner la cámara a alguien y ver,  retratar a esa persona.

Javier Solorzano Casarin dirigiendo en la grabación de la serie «Guardia-García»

—Dos mujeres que nunca han actuado, menos enfrente de una cámara. Me haces recordar a uno de nuestros directores mexicanos que es muy exigente al realizar sus películas, a su vez cuida a sus actores, me refiero al maestro Felipe Cazals ¿Cómo lograste dirigir a Eulogia y Fanny sin descuidar cada detalle de Ko´olel, sembrando justicia?

Yo entiendo la experiencia incomoda de que alguien te esté siguiendo con una cámara, regreso a lo que había dicho antes, la empatía, a mí tampoco me encantaría que alguien me siga con una cámara. Tengo que buscar la manera de abordar esta situación de una forma sensible, educada, lo más amable posible. No es una situación natural. Tristemente, es lo que vemos en un Reality Show, es una cosa que me da vergüenza. Alguien decía: hoy se es famoso por el simple hecho de ser famoso, no por tener un talento o una capacidad, entonces todo mundo que sale frente a la cámara se vuelve famoso porque todos lo siguen en su vida, todo lo que hace, a donde va, si está en la cocina o cualquier lugar. Entonces, bajo ese principio, las personas que voy a buscar para que cuenten sus historias son lo contrario, son personas que disfrutan estar en el anonimato y la compañía de su familia con su comunidad, ellas no quieren que les esté siguiendo con una cámara. Por ende, es tratar de hacerles ver porqué es importante lo que queremos hacer, en este caso, el documental.

Asimismo, es importante realizarlo de la manera más espontánea y auténtica. No llegar y decirles antes un favor, les voy a grabar con la cámara y vas hacer más conocida, vas a tener más promoción por tu historia, gracias a que yo te voy a filmar. Claro que no, es todo lo contrario, yo quiero que me des la oportunidad de realizar esto, que me obsequies tu tiempo, tu espacio, tu intimidad, que me des la confianza para que yo pueda entrar aquí con una cámara y filmarte, retratarte con tu esposo, hija, hijo, hermanas, hermanos en tu casa, en el lugar más íntimo y privado que tienes. Eso es hacer una relación que va más allá del documentalista-sujeto, es una relación entre ser humano y ser humano, hombre y mujer, mujer y hombre, donde yo también tengo emociones, miedos, anhelos; también respiro y bebo agua; estoy enamorado y quiero tener hijos, en fin. Siempre tratar de conectar esos vasos comunicantes entre las personas y conmigo como cineasta y documentalista. Es agradecer que me invitas, vamos a comer y platicamos, nos vemos en tal lugar, aprovechamos, y vamos al cenote. Todo esto, Norma, es extraordinario.

Por otro lado, también lo viví con Elvira, mi primer documental, creo que tenía yo 25 años, fue muy difícil estar todo el tiempo encima de Elvira en su casa y es que vivía encerrada en la iglesia por la situación migratoria, pero era buscar cómo que ella supiera que no quería sólo aprovecharme de ella y de la situación. No, yo quiero hacerte un documental porque tu lucha y tu causa, Elvira, para mí, para el mundo, para los Estados Unidos y México, son importantísimas. Es siempre ir de manera paralela en ambas vías. Sí, necesito trabajar como documentalista, como creador y tener la cámara aquí para retratar lo que está sucediendo; pero, comunicar a esa persona: soy como tú, un ser humano y tengo emociones, yo te estoy mirando, te reconozco y te aplaudo, te admiro y tengo empatía.

Elvira Arellano y su hijo Saúl con Javier Solorzano Casarin

Creo que lo he logrado con los documentales, en el caso de Ko’olel son ellas mismas, no hubo oportunidad de ir yo antes. Con Elvira tuve mucho tiempo para conocerla, con las muxes de Ti Muxe no fue mucho tiempo, pero sí hubieron días previos para conocernos, platicar y para interactuar un poco pero fue para llegar con la mayor disposición y, no llegar con la cámara donde se encontraban estas personas y decir: oigan vamos hacer este documental, necesito diez minutos. Es un experimento que tiene que cuajar en todos los sentidos.

—Javier Solórzano Casarin ¿Cómo escribiste este documental; es decir, te pusiste el personaje de un novelista como Ernest Hemingway, por nombrar alguno, o lo escribiste como un guionista?

Existe una separación importante, cuando me siento a escribir un guion como el de Entre Tú y Yo o un piloto, tal es el caso de la serie Guardia-García que se transmitió por Canal Once y mi largometraje A puerta Cerrada que vamos a filmar este año, totalmente es como un escritor de cine. Estoy pensando cómo quiero que se vea escena por escena, cuadro por cuadro, el personaje en su movimiento con su lenguaje, relación con otro personaje, ya pensando donde quiero que se mueva la cámara, por dónde salga, por dónde quiero que entre; asimismo quiero que se vea el cuadro y antes imaginar la iluminación, la fotografía, el diseño de producción, es así como se da. En Guardia-García, con todo este desarrollo, acabamos filmando muchos episodios en muy poco tiempo, numerosas prisas con premura de tiempo. Afortunadamente tu servidor pudo escribir el piloto, como algunos capítulos más apoyado de otros cuatro escritores para desarrollar la serie. Me dio la facilidad de poder estar en la escena y observar como director que no hay tiempo para esto o ahorita no funciona esto hay que desecharla, esta escena hay que hacerla más breve o realizarla más larga, todo para el beneficio de la filmación. Desarrollé la serie pensando como escritor de televisión, lo mismo con los cortos y las películas.

Ahora, en el caso del documental ahí sí deseo y busco nuevamente mi anhelo, hacerlo totalmente de manera libre, o sea, lanzarme a la realidad, arrojarme a la situación que está frente a mí. Es mejor si tienes un plan previo, lo reconozco porque hay que ser muy profesional y cuidadoso, ya que muchas cosas pueden suceder intempestivamente.

Sin embargo, la verdad yo voy totalmente con los ojos cerrados aventándome desde el precipicio a ver que me encuentro, como voy creciendo y evolucionando junto con la vida real de estas personas; estos personajes de la vida real para ir hilando poco a poco entre la historia y el documental o la película. Eso, afortunadamente, lo aprendí y me ha resultado para bien, es una excelente metodología y es lo mejor que uno puede intentar hacer en el caso del documental.

https://vimeo.com/437987848
Norma Salazar
Norma Salazar Radica en la ciudad de México. Egresada de la Facultad de Filosofía y Letras Universidad Nacional Autónoma de México. Licenciaturas Lengua y Literatura Hispánicas, Estudios Latinoamericanos. Escuela de Teatro Luis de Tavira estudios en Dramaturgia. Doctora en Literatura Mexicana. Poeta, ensayista y reseñista. Actualmente es Columnista del diario Opinión de Yucatán, está a cargo de la sección El Hombre de la Máquina Eléctrica: Raúl Renán, colaboradora de la revista DESOCUPADO online, colaboradora de la revista Siempre! La Cultura en México. Investigadora-Coordinadora responsable de la Edición del Archivo Lusitano de Francisco Cervantes libros publicados Al revés que las víboras, Cara Lusitania edición bilingüe, Pessoa para niños, Agua que no (des) en boca, poesía amorosa, Fernando Pessoa Laberintos, selección y traducción, Vivir es un estrecho territorio, poesía y crítica (Editorial ALDVS, CONACULTA, Gobierno del Estado de Querétaro a través del Instituto Queretano de la Cultura y las Artes, 2010-2013). Coordinadora e investigadora del Diccionario crítico literario en las letras mexicanas del siglo XIX dirigido por el maestro Emmanuel Carballo, (México, Océano/CNCA, 2000). Publicaciones: Cariátides Mudas (Grupo Generación Espontánea, 2009), Cuadro al Óleo (ediciones ST, 2005) y Cantos Lejanos (colección La Hoja Murmurante, 1999) Ha participado en eventos académicos nacionales e internacionales. Su poesía está incluida en las antologías de Pájaro de fuego. (México, Editorial Praxis/Navachiste Ediciones, 2000). Obtuvo Mención honorífica con el poema en Nonuse, la cetácea, Alhucema (España, Asociación Cultural Alhaja/Ediciones Adhara, No 5, 2000), Anuario de la Revista Baquiana (Miami, Estados Unidos, 2007), Del Silencio hacia la luz: Mapa Poético de México, (Mérida, Yucatán, Ediciones Zur/Catarsis Literaria El Drenaje, 2008), La mujer rota. En el centenario del natalicio de Simone de Beauvoir (Jalisco, Guadalajara, Literalia Editores 2008) Participó como Coordinadora de edición en el libro-homenaje a Raúl Renán 80 veces su mundo –poesía, vida y obra-, (Oaxaca, Cantera Verde/Jalisco, Guadalajara, Secretaría de Cultura/Mérida, Yucatán, Ayuntamiento, 2008). Redes Sociales: Facebook Norma Salazar, twetter @NelizabethSaher, Linkedln Norma Salazar