¡Venga 2021!

Llevamos nueve meses adaptándonos a espacios físicos, restricciones sanitarias, formas de socializar que al menos yo, no podría llamar como una “nueva normalidad” si bien las reglas de convivencia, comercio, educación y trabajo han cambiado, esto dista mucho de ser algo normal para nosotros, porque la mayoría cree que todas estas medidas tendrán una fecha de caducidad ¿Cuándo? Nadie lo sabe, predicen dos años y hasta tres, será entonces cuando nos habituemos más a éstas, ya que actualmente toda medida (de cualquier tipo) está politizada.

La nueva forma de hacer política llama mucho la atención y, ante el miedo que muchos han ido sembrando sobre el futuro incierto que nos depara, poco cambiará la pandemia que ha abatido al mundo entero, a pesar de que aquí en México, es necesario encontrar un culpable ante cualquier mal, como cuando decían que cada vez que Salinas de Gortari venía a México, temblaba.

Yo tiemblo por la salud mental que muchas veces relegamos y que tan poco caso le hacemos, los enfermos aumentan cada día y son pocos los que se atienden a pesar de que han puesto a disposición de los ciudadanos, médicos en línea para poder tratarlos. Tiemblo porque el personal de salud decida un día que está harto de la irresponsabilidad de muchos que se exponen sin necesidad al contagio. Todo tiene un límite y son muchas las muertes de estos héroes que salvando vidas han perdido la suya.

Hoy es normal para muchos despertar en la mañana y no saber en qué día estamos, ya que la pérdida de trabajos no fue poca, y a muchos nos toca encontrar una forma de sobrevivir y de ajustarnos a un presupuesto más apretado. La gente en las calles abunda pidiendo alguna moneda para llevar algo de comer a sus casas. Este paisaje urbano cada día es más común y, seguramente, como muchas cosas, llegaremos a acostumbrarnos a verlos pero no a mirar el trasfondo de la pobreza que se está viviendo.

¿2021? Es simplemente un año más que pinta ser igual a 2020, si el año tuviera más de doce meses, después de diciembre continuaríamos con el siguiente mes, porque no estamos viviendo en base a un calendario: estamos viviendo en base a situaciones que se escapan de nuestro control, y ni hablar de los fenómenos meteorológicos que vinieron a remover todavía más la frustración en la que nos encontramos.

Cientos de cosas han empezado a formar parte de nuestras vidas si queremos ingresar a espacios públicos: el uso del tapabocas, el uso del gel antibacterial y la llamada “sana distancia” que pocos respetan. Cuando los datos arrojan un incremento de muertes y contagios de Covid es cuando nos acordamos de no salir de casa si no es necesario, de no acudir a reuniones, anormalidad que no es nueva, es la irresponsabilidad de la mayoría.

Venga 2021, sin expectativas para que no haya desilusiones. Venga 2021, con ideas nuevas para lograr nuestro sustento. Venga 2021 con menos agresividad y con la conciencia de que todos nos la estamos pasando mal, que palabras amables no arreglarán las cosas pero nos ayudarán a una mejor convivencia. Venga 2021, con lo que te haya tocado traer, que total, con resignación lo recibiremos.

Pilar Faller
Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social y Maestra en Mercadotecnia por la Universidad Anáhuac Mayab. Fue docente de Literatura Mexicana en el Colegio Mérida y Directora de Vinculación en el Instituto de Cultura de Yucatán de 2000 a 2004. En 1984 trabajó como correctora el Diario de Yucatán y el año siguiente comenzó a colaborar artículos y traducciones. A partir del 2010 comenzó a colaborar con el periódico Por Esto! hasta el año 2020 en donde también se desempeñó un tiempo como correctora. Actualmente realiza colaboraciones para la página de “El cronista Yucatán” y la revista Lectámbulos.