Con la mirada baja escuchaba casi todas las noches lo inútil que era, lo poco atractiva que se veía, y es que, después de haber hecho todas las labores de la casa, apenas le quedaban ganas y fuerzas para tomar un baño antes de la cena...

Si bien las reglas de convivencia, comercio, educación y trabajo han cambiado, esto dista mucho de ser algo normal para nosotros, porque la mayoría cree que todas estas medidas tendrán una fecha de caducidad ¿Cuándo? Nadie lo sabe.

No puedo decir que sea el peor año de mi vida, aunque me encuentre sin trabajo y mi futuro sea incierto, todavía quedan muchos años por venir y no podríamos afirmar que después de este año las cosas van a mejorar. La mejor forma de describirlo sería que fue todo un reto mantenernos de pie y cuerdos...

El día que podamos salir del encierro, constataremos que tanto nosotros como el mundo no seremos los mismos.