La bicla, un vehículo de transporte para todos

Bicycle, bicycle, bicycle
I want to ride my bicycle…

Queen, 1978

El libro Biciosos del español Pedro Bravo editado en el año 2014 es sin duda una oda que amerita ser leído, sus páginas llenas de motivación nos impulsan hasta a las personas más renegadas, como yo, a pedalear, aunque sea una bicicleta estática.

Al autor, su “bici” le regala momentos de felicidad, las anécdotas escritas sacan, no una, sino varias sonrisas, incluso risas que hacen voltear a la persona que se tiene al lado cuando se está leyendo.

Pero, más allá de todo lo que nos enseña ese texto de 224 páginas a mí me hizo reflexionar sobre la importancia que poseen las políticas públicas, el saberlas definir correctamente y su buena ejecución, sin dejar a un lado a los servidores públicos que las implementan.  

Fue la primera bicicleta con pedales de 1860, nacida en Francia, la que me recordó no sólo a Pierre Michaux, el padre de ese transporte de dos ruedas, sino también a Marcelo Ebrard Casaubón, por haber integrado al velocípedo como parte esencial de la movilidad en la ciudad más grande del mundo hispanohablante a partir del sistema de bicicletas públicas compartidas de la Ciudad de México, conocido como Ecobici.

Éste fue puesto en marcha en el año 2010, convirtiéndose en el más grande de América Latina con más de 278,000 usuarios y 90% inscritos entre 2013 y 2018 siendo de cada 10 usuarios 4 mujeres; un proyecto integral de 188 kilómetros de ciclovías interconectadas, bicicletas convencionales y eléctricas además de contadores que permiten conocer el número de viajes realizados, cicloestaciones, semáforos o señalamientos propios y una biciescuela, impulsando así la convivencia armónica, la recuperación del espacio público y la mejora de la calidad de vida.

Pedro Bravo nos recuerda que la bicicleta es el transporte urbano más sencillo, menos costoso, sano, rentable, “chic”, silencioso, eficaz e inclusivo por tener el poder de unir a todas las clases sociales y hasta los géneros y, sí, porque ha sido capaz de remover a ricos, pobres, hombres y mujeres de todo el mundo.

El uso de la “cleta” en todo el país ha alcanzado cifras muy importantes, más desde que el COVID 19 se hizo presente en nuestras vidas, evitando el contacto y la aglomeración en los transportes públicos, volviéndose una alternativa sana y segura al pensar en los contagios que trajo consigo el virus.

La “bicla” no pasa de moda, al contrario, evoluciona con el tiempo, perdura y también les exige a los gobernantes a hacerla cada día más visible y popular, el aumento de los usuarios no la dejan mentir. Por eso, un aplauso a todos lo que, como Marcelo Ebrard, han sabido escucharla y, no sólo eso, también han podido generar conciencia del lugar importante que puede llegar a tener en nuestra vida.

Enlaces de referencia:

https://www.youtube.com/watch?v=F2eBHlDbz-s

https://lasillarota.com/opinion/columnas/2018/2/16/anos-de-ecobici-el-futuro-de-la-bicicleta-publica-342702.html#.Wod9tlGRIql.twitter

Ivonne Bouillé Araluce
Nació en Torreón Coahuila, en 1968. Licenciada en Historia con un posgrado en Educación. Docente de asignaturas del área de Ciencias Sociales. Trabajó del 2016 al 2020 como Responsable Académica del Bachillerato Intercultural de Popolá en Valladolid, Yucatán y del 2016 al 2018 supervisando de manera académica a los 198 planteles del Telebachillerato Comunitario (TBC) en el mismo estado, actividades que la conectaron con las costumbres, tradiciones, formas de vida y el aprendizaje servicio propio de las comunidades rurales. Ha colaborado con la Dirección General de Bachillerato de la SEP en la creación del programa modular de primer semestre del TBC “Matemáticas, fuerzas y movimiento”, con la Universidad del Valle de México campus Mérida en la elaboración del programa de la asignatura Comparative History, así como en la revisión del programa de estudios del Bachillerato Intercultural de Yucatán bajo la supervisión de la Coordinación General de Educación Intercultural y Bilingüe CGEIB.