Inclusión.
Inclusive.
Incluir.
Lo que está afuera.
Lo que necesariamente tiene que venir de afuera para ser incluido.
El asado. Esa comida que caracteriza el encuentro en colombiano. Chorizo, carne, arepa, mazorca, papa, plátano, todo a la brasa. Los hombres invitados, amigos, familiares del dueño de la casa con sus sombreros vuelteados en la cabeza y cerveza en la mano, demuestran su hombría con el dueño de la casa asando la carne. Las mujeres hacen la ensalada y el guacamole y por lo general, hacen la fiesta en la cocina.
La música en alto. Buen Vallenato.
Sale la carne. Cada uno se la pone en el plato. Huele a Colombia. El olor del asado es el olor de Colombia. Ese asado que mi tío Mario, organizó en Bogotá para recibir “Al Español”, a mi compañero de vida que aterrizaba, literalmente, en mi familia. Este asado lo recordaré toda la vida.
Un gesto colombiano, colombianísimo.
La inclusión.
La manera colombiana de incluir, porque estabas afuera, pero aunque te pongas un sobrero de 21 vueltas y sostengas una copa de aguardiente en la mano, te están incluyendo, lo que quiere decir que sigues siendo de afuera.
Hace un par de días sentí de nuevo el olor a Colombia en una casa al más puro estilo inglés, ese que está en mi imaginario y que cada vez que vengo a Inglaterra observo con especial interés. Formas de vida. Origen de la burguesía. Pues ahí en todo el corazón nido de mi concepto regularmente elaborado de la burguesía estaba Colombia representada y exaltada por un grupo de diez o doce colombianxs que percibí alegres por ser ellxs quienes incluían a un par de ingleses descolocados.
“I´m an English man in Colombia” (Con el perdón de Sting)
Un grupo de migrantes colombianxs con una y dos migraciones a sus espaldas, con más tiempo de vida fuera de Colombia que dentro, con una dicción del inglés británico digna de aplauso, de dos o tres ingleses con camisetas colombianas, tres bolivianxs que han vivido más años en Alicante que en La Paz, un galés que vive, trabaja y cría en Inglaterra, hijxs español-inglés hablantes y dos abuelxs italianxs sonrientes comiendo mazorca sin entender “niente”.
¿Qué es la inclusión? ¿Quién es de fuera y quién no? Quién incluía a quién si en esa casa todxs éramos de fuera incluso (nunca mejor dicho) quienes nacieron en este país construido a base de colonizar. Un país que se paralizó con el Brexit cuando su población migrante se devolvió a su país porque su residencia siempre fue de segunda.
Me doy cuenta, comiendo un chorizo colombiano comprado en Londres, que soy una “Colombian woman in Great Britain” a “Colombian woman in Spain” a “Colombian woman in the world” pero que mientras sigamos hablando de inclusión me seguiré sintiendo como un verdadero “alien” (con el perdón de Sting).
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