Mujeres impías

El 8 de marzo se conmemora en casi todo el mundo el Día de la Mujer, como recordatorio del feminicidio colectivo que ocurrió menos de una semana después de la primera vez que se llevó a cabo su celebración. El 25 de marzo de 1911, 123 jóvenes trabajadoras, la mayoría inmigrantes, murieron en el trágico Incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York, por no poder salir del edificio, pues habían sido encerradas sin posibilidad de escapar. Esto, en medio de una serie de manifestaciones y protestas iniciadas desde 1908 por las socialistas, quienes llegaron a reunir a más de 20 mil mujeres en las calles de Chicago y New York, que reclamaban, entre otras cosas, el voto universal para las mujeres y mejores condiciones para las trabajadoras.

Sin embargo, el oficialismo y el capital han convertido esta fecha en un día más para multiplicar las ganancias de los comercios y aumentar la enajenación acerca de los problemas e injusticias que todavía aquejan a las mujeres: la doble jornada, el salario desigual, el acoso laboral, el abuso sexual, las violencias, feminicidios.

Si bien, durante todo el mes de marzo, desde el Estado, se recuerda a mujeres que en su momento fueron perseguidas y despojadas de todo porque reclamaban su derecho a ser libres y a ser escuchadas, pero contribuyeron a transformar la realidad de las mujeres, como Paulina Luisi (Uruguay), Bertha Lutz (Brasil), Elvia Carrillo Puerto (México) y las hermanas Mirabal (República Dominicana), entre otras; al mismo tiempo, muchas activistas, incongruentemente, hoy son silenciadas, ocultadas e incluso desaparecidas.

Incontables son las mujeres que fueron acusadas de brujas en la antigüedad, confinadas a las afueras de las ciudades y quemadas en la hoguera por poseer conocimientos exclusivos para los hombres como la botánica y la química; otras más fueron encerradas en granjas bajo el argumento de transmitir enfermedades venéreas a los soldados de la Primera Guerra Mundial o torturadas en las llamadas “lavanderías” por tener relaciones sexuales y embarazos premaritales. 

En el arte y la ciencia, su castigo fue el olvido por crear obras con más trascendencia que sus colegas varones, destinadas a la clandestinidad por los mismos hombres que amaban y en quienes ellas confiaban: su pareja, sus padres e hijos.

Por eso, Lectámbulos dedica su edición de marzo a todas las mujeres impías que han sido perseguidas, acusadas, encerradas, torturadas, señaladas y excluidas por ser indígenas, latinas, bellas, inteligentes, diferentes, lesbianas, amantes, curiosas, pero sobre todo por ser mujeres que se atrevieron a vivir rompiendo los cánones de su época o tradición, para formar parte de otra historia, la de del feminismo que sentó las bases para los derechos de las mujeres, su participación política y la visibilizarían de su existencia.

Verónica García Rodríguez
Mérida, Yucatán, México

Nació en Mérida, Yucatán el 3 de enero de 1978. Licenciada en Educación Secundaria con la especialidad en Español por la Escuela Normal Superior de Yucatán y Maestra en Cultura y Literatura Contemporánea de Hispanoamérica por la Universidad Modelo. Diplomada en Competencia Lectora: un Enfoque para la Vida y el Aula (Tecnológico de Monterrey, 2013); Investigación Literaria con enfoque de estudios culturales (Univ. Modelo, 2008); Periodismo, protocolo y Literatura (IECY, 2004-2005) y Literatura y Crítica Literaria (ICY-Santillana, 2002-2003). Actualmente, estudia el Doctorado en Ciencias Filosóficas en la Universidad de la Habana. Narradora, poeta y editora. Ha recibido el Premio Estatal de Cuento Corto El espíritu de las Letras (2015); el Segundo Lugar del Premio Nacional de Cuento Jesús Amaro Gamboa (2005); el Premio Estatal de Poesía Joven Jorge Lara (2005) y la beca del Programa Creadores del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Yucatán (FOECAY- 2004). Becaria en dos ocasiones del Programa de Fomento y Coinversiones Culturales del Fondo para la Cultura y las Artes en 2006 y 2016, la primera por su proyecto Palabra Viva (2005-2008) para mujeres internas, jóvenes acusados de delitos violentos y enfermos de VIH y SIDA internos en el Cereso de Mérida. La segunda, fue por el proyecto Ko’olelo’ob, migrantes del tiempo que tejió un puente de memoria a partir de la palabra entre hijas, madres y abuelas de cuatro comunidades mayas de Yucatán. Es presidenta de Zedík, A. C., miembro del Centro Yucateco de Escritores, A. C. y miembro distinguido del Colegio de Profesores de Educación Básica de Yucatán, A. C. por su labor educativa dirigida generar estrategias de fomento a la lectura con niños, como el proyecto Kanules del Mundo Maya (2012-2018) y públicos vulnerables. Titular la cápsula radiofónica A salto de página, en Grupo Rivas dentro del noticiero Arcadio en la Radio, un breve espacio dedicado al placer de la lectura (2013-2016). Ha participado como ponente y conferencista en diversos encuentros y coloquios nacionales e internacionales de escritores y de educación. Coordinadora fundadora de la Escuela de Creación Literaria del Centro Estatal de Bellas Artes y de su programa de formación (2008-2011), así como del programa Biblioteca Básica de Yucatán de la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de Yucatán (2009-2013) y de la Unidad Editorial de la misma Secretaría de 2013 a 2018. Creadora y organizadora del Foro Regional Educación y Cultura, con el tema En los espacios que habitamos en octubre de 2014 y La filosofía y la imaginación en las lenguas originarias de América en 2016; asimismo del Coloquio Internacional de Filosofía de la Ciencia y de las Grandes Ideas en octubre de 2015 y que en su emisión del 2017 llevó el subtítulo Cosmogonías de los pueblos vivos de América; y el Seminario Internacional de Periodismo que reúne a colaboradores del periódico Por Esto!, evento que se realiza desde 2015. Directora editorial del suplemento infantil MUNDOS del periódico Por Esto! (2016-2020) donde también publica artículos periódicamente. Entre sus publicaciones se encuentran Cartas a Sofía, epistolario filosófico para niños publicado por entregas en el periódico Por Esto!, el libro digital Ko’olelo’ob, migrantes del tiempo, hijas, madres y abuelas escribiendo la memoria (FONCA, SEGEY/2017), la colección infantil interactiva Kanules del Mundo maya (SEGEY/2012-2018), el libro de cuentos Vestido rojo y sin tacones (H. Ayuntamiento de Mérida/2008) y Memorias de mujeres en prisión y otros relatos (ICY, Zedík/2006), entre otros.