Alicia nos recuerda que somos parte de un “sistema” y por lo tanto estamos inmersos en él sin escapatoria alguna, actuamos en conjunto de manera mecanizada tal y como lo hace el conejo, el Sombrerero Loco y la liebre al estar en un “feliz, feliz no cumpleaños” sin fin, cíclico, enloquecedor, absurdo y a veces placentero.

Sin duda, el amor por los libros puede ser explicado por los recuerdos, fragmentos de memoria

La gente en el metro mira sus teléfonos, mira tutoriales de peinados en TikTok. No van a arreglar el descalabro de su genética con un vídeo de cincuenta segundos realizado por otro perdedor emocional.