Kinam, Guerreros del Equilibrio. Una vital estrategia sanadora

La Rebeldía es como esa mariposa que dirige su vuelo hacia ese mar sin islas ni rocas.
Sabe que no habrá donde posarse y, sin embargo, su vuelo no titubea.
Y no, ni la mariposa ni la rebeldía son tontas ni suicidas, lo que pasa es que saben que tendrán donde posarse, que hay por ahí un islote que ningún satélite ha detectado.
…Y hay veces que se juntan mariposas de todas partes y entonces hay arco iris…
…Y la tarea de las mariposas, lo dice cualquier enciclopedia que se respete, es traer el arco iris más abajo, de modo que los niños puedan aprender a volar.

Reggae de las Mariposas. Fragmento de una carta
 del Subcomandante Marcosal Congreso
«Un Aguascalientes en el corazón de Europa»,
en Madrid, España. 12 de octubre de 2001.

Ustedes podrán decir que estoy desfasada, que este resumen reflexivo, en realidad lo debo hacer en los últimos días de diciembre, quizá tengan razón; sin embargo, si son curiosos, mis queridos lectores, y me siguen en mis locuras, verán un poquito más adelante que estoy justo a tiempo.

Verán, el pasado 25 de julio vivimos un día muy especial para nuestros coterráneos mayas, este día, mejor conocido desde tiempos de los abuelos mayas, como “Día fuera del Tiempo”, es una fecha que se usa hasta la actualidad —porque el pueblo maya es un pueblo vivo, jamás conquistado— para realizar un análisis minucioso de lo que hemos vivido en estos últimos 364 días y sirve de base para hacer una limpieza profunda espiritual, de tal modo que tengamos algo nuevo en nuestros seres interiores, cuando amanezca el día 26 de Julio de cada año.

El Tzolkin nos acerca a una cosmología interna e innata en nosotros y es un reflejo perfecto de la naturaleza, como modelo de expresión creativa y sanadora de nuestra vida.

Sylvia Zenteno Ruano

De tal suerte que si logramos preparar adecuadamente nuestra reflexión a partir del pasado 26 de julio de 2021, nos debió dejar energéticamente listos para decir ¡Feliz Año Nuevo! De acuerdo al calendario Sagrado del Tzolkin de los Mayas, podemos llenarnos de su significado y de sus mensajes, ya que, cada kiin o día tiene espíritu; asimismo, cada día tiene un objetivo personal que debemos cumplir antes de que se ponga el sol.

El Calendario Sagrado del Tzolkin, es una cuenta, que para los Mayas ha sido sagrada desde el tiempo de los dioses, nos muestra los movimientos energéticos del universo, relacionados con los ciclos naturales y el tiempo. Es una cuenta que es 64 veces más precisa que el calendario gregoriano. El Tzolkin nos acerca a una cosmología interna e innata en nosotros y es un reflejo perfecto de la naturaleza, como modelo de expresión creativa y sanadora de nuestra vida.

Es en este espíritu que quiero compartir unas reflexiones que tienen que ver con uno de los orgullos que deben tener todos los habitantes de Yucatán, y que sería muy importante lo defendieran y lo transmitieran a sus hijos y nietos.

Así que les comento que todos los que vivimos en esta sagrada tierra —lo sepamos o no—, formamos parte del Kuxan Suum o Cuerda sagrada, que se dice —de acuerdo a la cosmovisión de los antiguos mayas— es literalmente el camino hacia el cielo, que conduce al cordón umbilical del universo. Este camino, está conformado y entretejido como una cuerda por los hilos de plata o fibras de vida galáctica —que siendo invisibles—, nos conectan como individuos entre nosotros, y conectan a nuestro planeta a través del sol, con el núcleo galáctico, o Hunab ku, dios único del universo.

Estos hilos son los mismos filamentos luminosos que se extienden desde el plexo solar de cada uno de los humanos, a través de un “hilo de plata no visible” y que llegan hasta el sol, de tal suerte que, si tenemos alineados nuestros biogeneradores, estaremos en equilibrio con el universo que se mueve exacta y perfectamente.

Las abuelas y los abuelos mayas, que nos han legado una cosmovisión y un sistema de principios y valores lo sabían y lo saben. Cuando dicen que “todo tiene espíritu” y «todo está interrelacionado», nos están conectando con la madre tierra, y con el universo, a través de estos siete biogeneradores. Estos son puertas energéticas personales —los hindúes los llaman chakras—, que deben mantener un equilibrio emisor/receptor. Si éste se pierde, se producen distorsiones, que si no se atienden se transforman en patologías que los médicos llaman enfermedad.

Con esta información, me refiero a lo importante que es tratar de que todos encontremos el equilibrio. Estas tan sencillas palabras son la parte más importante de un proceso altamente dinámico y sumamente complejo del que disfrutaban nuestros abuelos y los abuelos de los abuelos en el tiempo grandioso de los mayas, y que nosotros, hoy en día, hemos descuidado ocupando nuestros enfoques energéticos en nimiedades como conseguir dinero a raudales para comprar cosas materiales que igual mañana ya perdieron su valor, pero que nos dejaron a gran distancia de ser Guerreros del Equilibrio, nos pusieron a kilómetros de ser Kinames.

Este delicado estado de equilibrio era sumamente valorado por los antiguos mayas, lo procuraban con esmero y, junto con el respeto a no lesionar al otro, era parte de sus grandes tesoros, vivían sus días procurando ser grandes Kinames, pues era la única posibilidad de ser jugadores de pelota y acceder al Oxlahuntikú o treceavo nivel de los dioses.

Para los mayas clásicos, ser un Kinam era adquirir la capacidad de moverse equilibradamente, entre conocimientos, saberes y prácticas culturales diferentes. Hoy, para nosotros, es poder ajustar nuestro cuerpo al equilibrio que se requiere para encontrar la salud física, moral, social y espiritual. Es la fuerza para desafiar a la enfermedad, preservar la vida y compensar las fuerzas del cuerpo biológico, con el social y el relacional, ante los embates de la muerte espiritual y física.

Este orgullo, cien por ciento maya yucateco, que entusiasmó en su momento al destacado periodista Roberto López Méndez y que, al decir del “Vate”, es de carácter inmaterial y anónimo, es una construcción colectiva y proviene de los recuerdos subconscientes que todos tenemos, ya que, aunque no esté en nuestro consciente, el concepto de pertenecer a una cultura grandiosa, la cual permanece viva en el ADN colectivo —y es transmitido generacionalmente—, es un proceso grandioso que se lleva en la sangre y que hace al yucateco especialmente sensible, inteligente y capaz de atravesar por momentos duros sin perder su lugar y su equilibrio, incluso en aquellos que lo rechazan porque creen pertenecer a “la casta divina” y se avergüenzan de su inevitable mestizaje.

Es del dominio público que la cultura maya yucateca actual es inconfundible, respetada, anhelada y siempre comentada, contiene una fortaleza cultural importante que merece ser reforzada en sus raíces y conceptos, y que nunca deberá ser estigmatizada. Los mayas vivos de hoy deben saber que son admirados desde el extranjero y que la estigmatización de los propios yucatecos es falsa, es una pose creada para encubrir toda la discriminación que los criollos ricachos han ejercido tratando de disminuir la grandeza de esta cultura.

Entonces, para ilustrar lo que debemos hacer para seguir siendo Kinames, o sea, Guerreros del Equilibrio, en la actualidad, es ponernos en sincronía con el universo y conectarnos a través de nuestro propio hilo de plata, con las acciones que se espera de cada uno de nosotros en este Año Nuevo Maya que recién empieza.

 

En la cosmovisión maya todo tiene espíritu, porque todo tiene vida. Tiene espíritu la lluvia, tiene espíritu el viento, los animales, la tierra; también tiene espíritu la siembra y, sobre todo, tiene espíritu el ser humano

Podemos compartir momentos únicos y solemnes, donde nos haremos uno con Hunab Ku, dios único, en este nuevo año en que regirá la Semilla eléctrica amarilla y que representa la energía de la fuerza gravitacional que actúa sobre la tierra, como base de los dos polos de crecimiento, las raíces hacia abajo y el brote hacia arriba. En ellos aprenderemos cómo esta energía se asocia con la abundancia, la atención y la virtud sin esfuerzo.

Despedimos el año Tormenta lunar azul, que descrito por los mayas desde hace 1600 años, nos transformó por completo con una irrupción violenta y con un movimiento de caos que coincidió con un planeta en cuarentena y con cambios sociales inesperados que aún nos tienen en vilo.

Desde julio de 2020 hasta este 26 de Julio de 2021 tuvimos un año de corte con lo viejo y de discernimiento, donde la invitación fue salir de sacrificios mentales y físicos para vivir la propia vida.

De estas angustias descritas antes de la conquista española y de este caos que ahora recién termina, pasamos a un año un poco más sensible y calmado, donde la tierra está fértil y bien revuelta para sembrar eso nuevo que quiere dar a luz. Este año vamos a ver concretamente comienzos y tendremos novedades sobre el mundo que viene.

La Semilla eléctrica amarilla propone que nuestra creatividad, dones y talentos se expresen en el mundo. La tarea es crecer en lo propio y así aportar al entorno. ¿Coincide esto con que muchas personas puedan, por fin, dedicarse a lo que realmente aman y soltar tareas automáticas? Seguramente….

También la semilla nos recuerda que debemos cuidar la tierra y sus semillas originales, porque ella es nuestra casa común, de manera que el cuidado del planeta, será uno de los temas fundamentales del año que comienza. La Semilla eléctrica amarilla pide sembrar los propios sueños/deseos, aún sin las condiciones dadas, porque la acción correcta es la intención de que ese deseo tome forma. Para registrar el deseo y sentirlo, hay que entrar profundo en nuestro ser y crear un diálogo con la propia esencia, espíritu y alma.

Este año nos desafiará a navegar las propias aguas internas, enfocarnos y atinar en nuestra siembra original. La semilla habla de un sentido de comunidad, donde es vital que cada integrante pueda crecer y desarrollarse, ser feliz, tanto para la comunidad que habita, como para sí mismo y viceversa. Es el reconocimiento de «ser parte», pero sin perder la propia forma, es hacer crecer lo propio y florecer eso personal para nutrir al conjunto. Si la tarea que hacemos no nos nutre, ni al conjunto, entonces será hora de dejarla atrás. La Semilla eléctrica amarilla  nos dice: Libérate de la ilusión de seguridad y de las falsas zonas de confort y entra en la manifestación de tus potencias emergentes. El crecimiento es algo que no se puede frenar, romper lo que cubre a la semilla es necesario para que salga a la luz una potencia nueva.

La sombra de este año son aquellos programas, patrones y formas que nos condicionan a la hora de crecer. Debemos salir de lugares que creemos seguros, pero que en nos bloquean la creatividad y expansión. También se nos desafiará a repensar el sentido de abundancia.

Por tanto, lo que yo les deseo a todas y todos los que me han acompañado en esta columna durante los doce primeros números de Lectámbulos, es que se conviertan —en este año nuevo maya 2021—, en Guerreros Kinames, capaces de lograr una construcción psicosocial en la que sepan que, “me doy mi lugar al darte tu lugar”, lo que en esencia significa Tu eres mi otro yo, yo soy tu otro tú, si te daño me daño a mí mismo, porque tú y yo somos uno.

Esta debe ser la semilla que sembremos en este fértil año y podría ser el mejor propósito para disminuir todos los índices de violencia social y restablecer en nuestra patria la verdadera paz y armonía.

¡Feliz Año Nuevo, amigas y amigos! Estoy, como siempre, invitándolos a incrementar la capacidad de moverse equilibradamente entre conocimientos, saberes y prácticas culturales diferentes, volvámonos sembradores de la semilla de la paz.

Sylvia Zenteno Ruano
Médico Cirujano y Partero por la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional en la Ciudad de México D.F. Diplomada en Derechos Humanos y Políticas Públicas y diplomada en Biomusicoterápia y en Psicología Transpersonal, áreas que han sido fundamentales para conocer la naturaleza de la condición humana. Fue Directora General del Centro de Salud con Hospital Materno Infantil de Mérida (1992), Responsable Jurisdiccional de los Programas de Prevención del VIH/Sida, Desastres Naturales, y del Programa de Atención Amigable para las y los Adolescentes (1994), Directora de la Unidad de Salud “Melitón Salazar” del Ayuntamiento de Mérida en el marco del Programa UNI-Mérida, programa líder en la Educación de los Profesionales de la Salud que prioriza a la comunidad, patrocinado por la Fundación W.K. Kellogg (1995) y Directora General del Centro De Atención Integral Para Menores En Desamparo CAIMEDE, DIF Yucatán. Ha tenido también presencia en los medios de comunicación como locutora durante 9 años en el Programa Radiofónico “La Barra Ciudadana” en Cadena RASA, y también fue conocida la “Doctora Corazón” en el programa “El Gurú del Amor”, del Grupo SIPSE, en la estación 100.1 de FM “La Nueva Amor”. Asimismo, fue conductora y productora del programa “Sabiduría del Corazón”, en Cadena RASA, diseñado para aconsejar sobre el amor verdadero, el bien común y la justicia social. De 2004 a 2020, fue editorialista de la columna “Alerta Ciudadana” en el periódico Por Esto!. Actualmente Coordinadora del Departamento de Innovación y Calidad del Hospital General Dr. Agustín O’Horan, turno vespertino, como capacitadora y supervisora de Calidad en la atención hospitalaria y en la aplicación de las Normas Oficiales en salud y es Presidenta Fundadora de Kairóz Asesores en Salud AC. (Asociación que desarrolla estrategias de planeación y coordinación operativa en acciones de prevención y protección, en favor de los Derechos Humanos, especialmente para los y las niñas, Adolescente y Mujeres, en Prevención de la Violencia).