En tan solo el siglo pasado, se articularon diversas intervenciones que desde la política alimentaria ─y, más recientemente, cultural─ continúan desmembrando procesos sistémicos que garantizaban el buen funcionamiento del cuerpo y de los ecosistemas.
Estas tan sencillas palabras son la parte más importante de un proceso altamente dinámico y sumamente complejo del que disfrutaban nuestros abuelos y los abuelos de los abuelos en el tiempo grandioso de los mayas, y que nosotros, hoy en día, hemos descuidado ocupando nuestros enfoques energéticos en nimiedades
Según especialistas de la OMS el uso de la mascarilla no reduce la calidad de la respiración. Entonces, lo que me pasaba era que “mentalmente” yo mismo estaba bloqueando el aire que podía inspirar. El uso de la mascarilla generaba en mí la sensación de tener bloqueado el acceso del aire.
a irrupción en nuestras vidas de la COVID-19, nos ha obligado a repensar cómo romper las barreras imaginarias de las fronteras y las formas de poder continuar la vida en medios de tantos sobresaltos. Desde hace ya más de un año hemos tenido que expandir la frontera de nuestro pensamiento, justamente para hacer desembocar muchas de nuestras ideas en otros planos.
De todos los males de la humanidad, el desamparo ante nuestra naturaleza biológica es uno de los más potentes, la conciencia de vislumbrar el camino que viene nos vuelve tremendamente vulnerables y el miedo de enfermar o morir, nos va aplastando la fortaleza.
¡Qué año este que está por concluir! Cada evento que ha sucedido ha marcado pauta de una manera especial en cada uno de nosotros. Pudiera pensarse en un sin fin de problemas no resueltos, en la calamidad de una pandemia que aun azota nuestros tejados o en la valentía de muchos que hoy son el escudo poderoso contra ese virus.
¿Cómo contrarrestar estos efectos negativos del encierro? La respuesta es muy sencilla, debemos aprender a vivir en esta nueva normalidad e incorporar el ejercicio a nuestra vida diaria y la realidad es que es mucho más fácil de lo que pensamos.
El día que podamos salir del encierro, constataremos que tanto nosotros como el mundo no seremos los mismos.