La resiliencia, esa capacidad para afrontar las adversidades, sobreponerse a ellas y resurgir fortalecidos tras un proceso de resistencia, construcción y autoafirmación, integra la identidad nacional cubana. Resumiré cómo las cubanas profesionales de la salud ejercieron estas habilidades para combatir la Covid-19.
Los servicios de salud
El Plan Nacional para enfrentar la Covid-19 parte de un sistema de salud pública gratuito, con 9 médicos por mil habitantes, que cubre el 100% de la población y cuenta con 27,5% del presupuesto nacional.[1] Su industria médico-farmacéutica y biotecnológica le aporta productos novedosos para tratar la enfermedad.[2] Las mujeres representan hoy 71.2% del personal profesional y técnico del sector [3], son 63.8% de los médicos[4], 87.8% de las enfermeras y 76.2% de los técnicos medios[5].
Los protocolos cubanos para afrontar la pandemia consideraron las normas de la OMS, fusionaron las ciencias, especialmente las médicas, con la gestión gubernamental y emplearon la “epidemiología de campo” propia de la salud pública cubana. Se crearon 5 versiones de los protocolos a medida que “se aprendía haciendo y se aprendía trabajando”, y el último es el protocolo que oficialmente se empleará. Incluye las fases de vigilancia, diagnóstico, tratamientos, altas terapéutica y seguimiento por un año de los recuperados.
Los estudiantes de Medicina, mayoritariamente muchachas, pesquisan la salud de los ciudadanos en sus hogares. Si detectan sospechosos de la Covid-19, las médicas y las enfermeras deciden si permanecen en sus hogares, ingresan en centros de aislamiento o en hospitales.
Muchos hombres enaltecen a las mujeres de la salud porque comparten sus responsabilidades profesionales con las hogareñas. Pero es tan evidente el protagonismo femenino al combatir la pandemia, que los medios rompieron muchos de estos estereotipos patriarcales.
Diariamente el MINSAP comunica los índices del estado de la enfermedad en Cuba. Las médicas bioestadísticas que participan en estos cálculos son 69.4% de los galenos de esta especialidad, así como 59.9% de los epidemiólogos.[6] Entre los técnicos medios dedicados a Higiene y Epidemiología, 71.8% son mujeres, junto a 88.2% de los especializados en las Estadísticas de Salud.[7]
Una médica de la familia describió cómo laboró recientemente en su comunidad. Su consultorio funciona de lunes a viernes en las mañanas; por las tardes ella y la enfermera visitan a los pacientes graves. Desde mediados de marzo este ritmo cambió.
Sugiere a la población que no asista al consultorio para evitar los contagios, porque más de la mitad de quienes transmiten la enfermedad son asintomáticos. Clasifica las personas con infecciones respiratorias agudas según los protocolos: los confirmados con el virus y sus contactos los ingresa en hospitales o centros de aislamiento, mientras a los “sospechosos” los mantiene en sus hogares para controlarles diariamente.
Pregunté algo usual entre las cubanas: “¿Quién cocina en tu casa?” “Yo”, respondió. Inmediatamente agregó, “También soy la que lavo, aunque llego muerta”.
No confronto la función de las cubanas con la de sus compatriotas masculinos en la salud, una esfera dominada por hombres en el mundo. Simplemente intento exponer cuánto enriquecen estas profesionales la cultura de resiliencia ante la Covid-19, gracias a los programas que las incorporaron a la sociedad con iguales derechos y deberes.
Las ciencias
Tres fundamentos guían a las ciencias para enfrentar la pandemia.[8] Primero, la salud no es una mercancía sino un producto social que beneficia universal y gratuitamente a todos.
En segundo lugar, las ciencias tributan a los resultados de la salud pública. Las mujeres son 70% de quienes encabezan los ensayos clínicos de los medicamentos de última generación para atender a los infectados y evitar las muertes de pacientes graves y críticos.
En tercer lugar, las ciencias cubanas bebieron de las experiencias al acompañar durante décadas las decisiones adoptadas en salud pública antes, durante y después de las epidemias que nos han asolado.
Quienes manipulan las muestras en los laboratorios para detectar el virus, trabajan 14 días y pasan otros 14 días en centros de aislamiento. De los técnicos medios ocupados en los laboratorios clínicos y microbiológicos, 83.9% son mujeres[9], así como 81.2% de los médicos dedicados a la microbiología.[10]
Muchos hombres enaltecen a las mujeres de la salud porque comparten sus responsabilidades profesionales con las hogareñas. Pero es tan evidente el protagonismo femenino al combatir la pandemia, que los medios rompieron muchos de estos estereotipos patriarcales.
Cuando aparecen en los medios, estas profesionales eluden sus “sacrificios” relatando que escogieron sus carreras para enriquecer la cultura de salud de los cubanos. Científicas del Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí” descubrieron la presencia del virus en la Isla. Una directora del Instituto lo consideró natural cuando declaró que, “Casi todos los profesionales de esa institución son mujeres, porque somos la mayoría de las microbiólogas en Cuba, así como de las profesionales de la Medicina”.
Científicas influyentes en esta batalla detallaron cómo llegaron a estudiar medicina, biología, microbiología y bioquímica; describieron sus aportes científicos; confesaron los miedos que experimentan cuando manipulan los virus y las bacterias; hablaron de sus tristezas cuando los resultados de sus investigaciones no fructifican, y deben tomar otros caminos.
Platicaron de las familias de donde provienen y las que han formado y, como buenas cubanas, alabaron a sus hijos. Cuando los periodistas indagaron qué “ayuda” les prestan en sus hogares, muy pocas dijeron que los hombres participan en las tareas domésticas. Por sus relatos, varias encabezan sus hogares o no conviven con una pareja estable. Sólo entrevistándolas con profundidad, se conocerá cómo cuidan a los adultos mayores de sus familias, quienes nacieron en el “boom” posterior la II Guerra Mundial, que están jubilados, que probablemente fueron profesionales por lo que demandan cuidados más calificados que los que requerían los abuelos de las científicas.
Cooperación internacional
En julio, más de 28 mil colaboradores cubanos de la salud prestaban sus servicios en 59 países.[11] Además, 34 brigadas médicas cubanas “Henry Reeve”, que actúan en casos de emergencia y las integran más de 2 mil 500 cooperantes, colaboraban para mitigar la pandemia en 26 naciones. El 57% de sus integrantes son mujeres.
¿Por qué Cuba despliega esta colaboración internacional de salud con una alta participación femenina?
Desde 1959 Cuba ha formado los especialistas del sistema de salud en las universidades de Ciencias Médica y en los institutos tecnológicos, en su mayoría mujeres debido a la feminización de la educación. Estos especialistas se ejercitan en las instituciones del sector desde que inician sus estudios hasta que los concluyen.
En otros países se asombran que los especialistas cubanos (en su mayoría mujeres) miren a los pacientes a los ojos, los sienten junto a sus escritorios para examinarles a profundidad, les preguntan por sus familias y siguen su evolución. El personal cubano de la salud atiende tantos casos, que prácticamente tienen rayos X en sus manos y en sus ojos, de ahí su capacidad para diagnosticar con bastante precisión. Esta experiencia la llevan consigo en las misiones que cumplen en los países que soliciten sus servicios.
No confronto la función de las cubanas con la de sus compatriotas masculinos en la salud, una esfera dominada por hombres en el mundo. Simplemente intento exponer cuánto enriquecen estas profesionales la cultura de resiliencia ante la Covid-19, gracias a los programas que las incorporaron a la sociedad con iguales derechos y deberes.
Referencias
- 1] Díaz-Canel Bermúdez, M. y Núñez Jover, J. “Gestión gubernamental y ciencia cubana en el enfrentamiento a la Covid-19”. Anales de la Academia de Ciencias de Cuba, Volumen 10, Número 2 (2020).
- 2] Portal Miranda, J.A. Intervención del ministro de Salud Pública de Cuba en la 73ra. Asamblea Mundial de la Salud. Granma, 19/05/2020. Página 2.
- 3] Anuario Estadístico de Salud 2019, La Habana, 2020. Cuadro 95.
- 4] Idem. Cuadro 102.
- 5] Idem. Cuadro 98.
- 6] Idem, Cuadro 102.
- 7] Idem. Cuadro 98.
- 8] Mesa Redonda, TV cubana, 13/05/2020,
- 9] Anuario Estadístico de Salud 2019. Cuadro 98.
- 10] Idem. Cuadro 102.
- 11] Díaz-Canel Bermúdez, M. y Núñez Jover, J.Op.cit.
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