Para los fanáticos de los cómics (o de la película), recordarán la icónica frase de Rorschach en Watchmen de Alan Moore: “No estoy encerrado con ustedes. Ustedes están encerrados conmigo”. Así es como me he sentido durante este encierro, atrapado conmigo mismo en un espacio que se presentó como nuevo ante mí.

Existen distintas formas de encierro: forzado, por elección o por seguridad y no tiene que ser corporalmente experimentado. Podemos estar físicamente caminando por las calles, presos o privados de la libertad física, libres. Existe una sola libertad.

La vida que estamos cuidando, los afortunados que podemos estar “en casa”, es un recuento de estupendas enseñanzas, para quienes la han sabido aprovechar y los que necesariamente han dejado el “encierro”, lo han hecho como forma de lograr mejores condiciones de vida para ellos y para todos.