Poemas de Éxodos

Erika Torres y Carlos Caballero. Foto: Karla Rodríguez.

I

1912

NARRADOR: Surem es un indio yaki, su nombre significa “Antepasados”. Hace siete años que Surem vive en Yucatán, es uno de los ocho mil indios yaquis que fueron traídos como esclavos para trabajar en las haciendas henequeneras

SUREM: Fui un rebelde “que fue cazado como un animal salvaje en el desierto, transportado como ganado y vendido como un mueble”.

Rebeca Ruiz y Erika Torres en escena. Archivo del Centro Nacional de las Artes

Poema del despojado

No es lo mismo quitarse que ser quitado,
acabarse que ser acabado,
ausentarse que ser ausentado.
 
En el mero diálogo del partir
y ser partido está el secuestro.
Todo comienza en la voluntad de dar pasos,
de hilar uno y otro
y otro paso por voluntad propia.
 
El peso del arrastrado es para atrás,
el de la voluntad se balancea hacia delante,
grácil, equilibrándose entre los huesos
y el deseo de partir.
 
Yo cuando fui arrastrado,
vendado de ojos y atado de manos,
era más parecido a un bulto que a un ser humano.
 
Ahí comienza el despojo de la humanidad de sí mismo.
El bulto no piensa, se traslada sin resistencia.
Llega un momento que al ser expuesto y vendido,
ya ha partido el alma lejos.
 
El alma juega a alejarse
como un papalote que tira del corazón.
No le gusta habitar en un bulto…
entonces huye.
 
Así, sin alma,
el yo de mí que es otro sin mi alma,
termina trabajando
en una hacienda henequenera,
 
lejos de las montañas
y cerca del cielo raso,
abierto, rojizo,
junto a una planta espinosa
que uno llega a conocer
como a nadie más en su vida.
 

II

NARRADOR: Pero llegó la Revolución Mexicana y fueron liberados de las haciendas.

SUREM: Y nos prometieron un barco y nos sembraron el corazón de esperanza. Pero Pino Suárez ya nos dejó aquí, esperando. A mí al menos me queda un nombre.

NARRADOR: Surem camina por la playa y recoge unas piedras de una albarrada, comienza a aventarlas al mar.

Susana Ramírez, actriz-bailarina. Archivo Luis Martín Solís, Proyecto Ruelas, Festival Internacional Cervantino

Balada del venado

Piedra que cae y se hunde
piedra que cae y rebota
piedra que vuela y se estrella
 
Piedra de cenotes y de sueños
piedra de amores imaginados
piedra de nombres y de olvidos
 
Piedra Bacum, piedra Vicam,
piedra ráhum, piedra belem.
 
Ahora comienza a danzar.
 
Annia Luute… yoowe…
yuku yo, bobok yo,
kowak, kowak, kowak
dice la piedra en el mar,
kowak, kowak, kowak.
dice la piedra del monte.
Ay que frío, Ay suspiro,
ay que viene la luna,
ay que me lleve al río…
->
Casi al final de la danza, llega corriendo un joven coreano, viene huyendo.
Ambos se miran y se ponen en alerta, pero se dan cuenta que no son enemigos.

COREANO. ¿Qué hacías? Te veías muy chistoso, como un venado.

SUREM: Bailaba…y cantaba a mis dioses, para saber que tengo que hacer. Quedarme o regresar.

COREANO:  Tu danza debe tener respuesta y el camino que une a tu duda es el puente por el que transitarás. ¿A dónde quieres ir?

SUREM: Danzo para regresar a la sierra de Bacalete o quedarme en Yucatán. Giro para perderme de mi mente y encontrar mi corazón. A lo mejor, no tengo la fuerza para regresar a un lugar que ya no será el mismo sin mis gentes, salí siendo muy chico… ya casi no lo recuerdo.

COREANO: Yo, aunque quiera, no podría regresar a Sucheón, está muy lejos. Recuerdo el largo viaje sobre un mar interminable de anhelos… mi corazón no podría soportar otro viaje así. Prefiero quedarme acá, en un lugar nuevo, distinto. Porque aquí puedo ser lo que quiera, aunque todavía no sé qué.

III

NARRADORA 1: Durante la segunda mitad del siglo XIX, corrió mucha sangre, blanca e indígena. Los indios mayas de Yucatán se levantaron en armas, en la mal llamada guerra de castas. Resistieron en búsqueda de libertad hasta que las armas y los soldados los aniquilaron.

NARRADORA 2: Así, la península de Yucatán se quedó sin brazos y sin piernas que alimentaran el Sak-Ki. Había que traer nueva sangre para regar el próspero paisaje de las haciendas.

NARRADORA 1: Necesitamos más esclavos —dijo el amo.

NARRADORA 2: Necesitamos más “trabajadores agrícolas”—dijo Porfirio Díaz.

NARRADORA 1: Se había inaugurado “La trata amarilla”; 3,000 chinos y 1,000 coreanos fueron traídos a las haciendas en México. A la travesía de estos últimos, echaremos un vistazo.

KIM SU BONG: Mi nombre es Kim Su Bong, pero en mi contrato de trabajo me renombraron Susano García. Yo siempre fui muy leal a los Condes de Miraflores, por eso me dieron el puesto de capataz en su hacienda de Temax.

COREANO 2:  A mí me quemaron mis papeles, no recuerdo cómo me llamaba antes.

KIM SU BONG: Te llamabas Hwan, que quiere decir piedras. ¡Y, tú eras soldado! ¡Yo era un pescador! Y ahora sólo somos “Amarillo”.

Rebeca Ruiz y Erika Torres en escena. Fotografía de Arturo Gamboa

Amarillo 

KIM SU BONG:
 
Me llamo “Amarillo”
Hwangsaeg-ui
Amarillo rayo de sol
Canto y piel amarillo
Cabello lacio y sombrío
ojos “chinos”, cuerpo de niño
Pequeña línea rasgada
Ola solitaria
paisaje pung-gieong
mil vidas anónimas.
 
HWAN:
 
No culpo al blanco ni al negro
De vernos como los mismos
Ellos viven su propio mundo.
Me llaman “chino, cuerpo de arroz
hijo del diablo, piel de seda”.
Coreanos o chinos
rostro amarillo
Mongoles o esquimales
ojos rasgados
Me llamo “Amarillo”.
 
KIM SU BONG:
 
Yo pescador “Amarillo”
Yo que cultivo
Un nuevo mundo
Henequenal, finca, hacienda
Camino, caminos blancos
Sak-beh del olvido
Cada mañana trabajo
 A Sak-ki debo plantar,
Cortar y ejecutar
A Sak-ki le peino hilos.
 
HWAN:
 
Cambia la planta
Cambia el mundo
hojas muertas
espíritus blancos
son el viento que se teje
son el cielo que se tuerce
soga, soga, flota soga
flota como yo en el mar
yo pescador, yo que cultivo
yo que soy “Amarillo”.
 

* * *

Éxodos (Migraciones y diversidad étnica en la ínsula del sureste) es una dramaturgia de Luis Martín Solís escrita en colaboración con Ana E. Cervera Molina y Erika Torres, aderezada con textos de Fernando Benítez y John K. Turner. Se estrenó en enero del 2019 en el Auditorio Silvio Zavala Vallado del Centro Cultural Olimpo, en el marco del Mérida Fest .

Debido al éxito obtenido, la obra fue invitada para presentarse en Los Imperdibles del Mérida Fest en el mes de marzo. Posteriormente, viajó a la ciudad de México a hacer una temporada el Foro de las Artes del Centro Nacional de las Artes durante julio y agosto del 2019 .

De regreso a Mérida, por su relevancia histórica, Éxodos es invitado a presentarse en el auditorio del Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales (CEPHSIS) de la UNAM, ex-sanatorio Rendón Peniche. Asimismo, se realizó una versión aumentada de la obra para el Proyecto Ruelas, producción del Festival Internacional Cervantino, la cual se estrenó en octubre del 2019.

Erika Torres
Actriz, bailarina, coreógrafa, diseñadora de vestuario e iluminación, fotógrafa escénica, docente y escritora. Ha desarrollado su trabajo en México, Costa Rica, Estados Unidos y Europa. En 2000 recibe la Medalla al Mérito Artístico otorgada por el Gobierno de Yucatán. Su trabajo aborda el estudio de la naturaleza del pensamiento caótico y su expresión en el habla, la escritura y la escena; la relación entre sonido y movimiento, simbiosis e independencia en el discurso escénico, especializada en interdisciplina. Ha dirigido más de 30 producciones coreográficas con las que ha recibido becas para estudios en el extranjero por el Instituto Nacional de Bellas Artes y la Secretaría de Relaciones Exteriores, becas nacionales otorgadas por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, el Premio del Público y dos veces premiada como mejor bailarina en el Festival Internacional de Danza Contemporánea Lila López. Representó a México en el Festival Internacional de Coreógrafos de Costa Rica y en la inauguración de Les Bains Connective Art Factory de Bruselas. Sus coreografías son producciones realizadas para el Festival de Arte Contemporáneo de León, Guanajuato, el Festival Internacional Cervantino, el Festival Internacional Música y Escena, el Foro de Música Nueva Manuel Enríquez y el Festival Eduardo Mata. Es directora de teatro para cuatro producciones de las siguientes instituciones y programas: el Centro Nacional de las Artes, el Teatro de la Ciudad, el Festival Internacional Cervantino y el Programa Nacional de Teatro Escolar. En ópera, ha trabajado en dos producciones con el Estudio de Opera de Bellas Artes para el Festival Internacional Cervantino y ha sido coreógrafa de óperas del compositor mexicano Víctor Rasgado desde el 2009. Actualmente trabaja con la Compañía Nacional de Ópera desde 2019 y en producciones de ópera del Teatro del Bicentenario desde 2012.