Tregua de Navidad

Motivo de diversos artículos, libros, películas, conmemoraciones y hasta subastas de varias de las cartas escritas por los soldados a sus familiares, narrándoles el “extraordinario espectáculo”, como lo describió uno de ellos, supuso el espontáneo alto al fuego entre los bandos en guerra en la navidad de 1914, a cinco meses de iniciada la primera guerra mundial, recordada como una de la más violenta de la historia.

La conocida como la Tregua de Navidad, se trató en realidad de diversas treguas espontaneas, no autorizadas por los mandos oficiales que se realizaron durante la semana previa al 24 de diciembre, principalmente a lo largo del conocido como frente occidental a unos kilómetros de Paris.

Soldados franceses, alemanes y británicos salieron de sus frías y sucias trincheras escarbadas en muchos casos a unos metros enfrente unos de otros, y saludándose, cantando villancicos, adornando pinos, intercambiando regalos como comida, chocolates, cigarrillos o souvenirs, permitiendo el intercambio de heridos y fallecidos, tomándose fotos y hasta realizando un partido de futbol, recordaron que, a pesar de todo, eran seres humanos.

El oficial del ejército británico Alfred Dougan Chater describió en su carta esos emotivos momentos:

Creo que hoy he presenciado uno de los espectáculos más extraordinarios que nadie ha visto nunca. Hacia las 10 de la mañana, estaba asomado por encima del parapeto, cuando vi a un alemán agitando los brazos e inmediatamente a dos de ellos saliendo de su trinchera y acercándose a la nuestra.

Uno de nuestros hombres fue a su encuentro y, en un par de minutos, el terreno entre las dos líneas de trinchera era un hervidero de hombres y oficiales de ambos bandos, dándose la mano y deseándose una feliz Navidad.

Intercambiamos cigarrillos y autógrafos, y algunos tomaron fotos. No sé cuanto tiempo durará…En todo caso, vamos a tener otra tregua en Año Nuevo, ¡ya que los alemanes quieren ver cómo salen las fotos”!

A varios soldados, tanto alemanes como británicos, se le atribuye el ser el iniciador de estos intercambios, siendo uno de estos Willie Loasby cuya carta fue subastada en el año de 2014 por 25,000 euros.

En la mencionada misiva escrita a lápiz en 8 páginas y dirigida a su madre, explica que un día antes de navidad comenzó a comunicarse con los alemanes pactando una tregua. Venciendo el miedo salió de su trinchera que lo separaba 36 metros de la de los alemanes, temiendo recibir una bala de algún francotirador. Loasby narra en su carta que entabló una plática con un alemán con el que bromeo y le regaló seis cigarrillos y una tableta de chocolates, antes de sugerirle que podían jugar un partido de fútbol.

En el año de 2014 a cien años de los hechos, se realizó una ceremonia dirigida por el astro futbolero Michel Platini presidente de la UEFA, rindiendo un homenaje a los soldados que participaron en el mencionado partido de fútbol, aunque es probable que no hubiese sido un único partido jugado, ya que hay testimonios de varios en diferentes sitios.

Un soldado alemán escribió: Están claramente aburridos con la guerra …De hecho, uno de ellos quería saber qué demonios estábamos haciendo aquí luchando contra ellos. No podemos dispararle a sangre fría …No veo cómo podemos conseguirlo para volver.

Los antecedentes que pudieron motivar el alto al fuego, en donde se calcula participaron más de 100.000 soldados, son dos exhortaciones que se hicieron en el mes de diciembre de ese año. Una es la del papa Benedicto XV del 7 de diciembre, donde les pedía a las partes beligerantes que firmaran una tregua, o cuando menos:  que las armas callaran una noche para que cantaran los ángeles.

Y la otra es la conocida como la Carta abierta de Navidad, escrita por un grupo de mujeres conocidas como las sufragistas y firmada por 101 de ellas. Después de intercambiar varias cartas que publicaron en diversos periódicos en Alemania, Estados Unidos y Gran Bretaña, elaboraron la navideña dirigida a las mujeres de Alemania y Austria donde el mensaje principal era: Yo cuidaré de tus hombres, cuida tú de los míos. Algunos de los párrafos del escrito dicen: No olvidemos que la misma angustia nos une, que estamos atravesando juntas la misma experiencia de pena y duelo.

Las sufragistas Emmeline Pankhurst y sus hijas Christabel y Sylvia en la estación de Waterloo, Londres.

Esperamos que su ansiedad disminuya al saber que estamos haciendo todo lo posible para suaviza la suerte de sus civiles y prisioneros de guerra dentro de nuestras costas, así como confiamos en la bondad de sus corazones para hacer lo mismo por los nuestros en Alemania y Austria.

¿No es nuestra misión preservar la vida? ¿No nos impulsa por igual la humanidad y el sentido común a unirnos a las mujeres… e instar a nuestros gobernantes a detener el derramamiento de sangre? Solo hay una forma de hacer esto. Todas debemos instar a que se haga la paz apelando a la sabiduría y la razón

Esta navidad 2021, insubordinémonos espontáneamente, hagamos una tregua, un pacto de paz con todos los seres humanos, apelemos a la sabiduría y la razón y de ser posible, al igual que los soldados de la primera guerra mundial, juntémonos nuevamente en año nuevo para ver y disfrutar como salieron las fotos.

Laura Elena Rosado Rosado
Originaria de Mérida, Yucatán es egresada de la Licenciatura en contaduría pública por la UADY y Máster en Grandes Religiones por la Universidad Anáhuac. Entre los cursos y diplomados que ha cursado se encuentran el Diplomado en cultura religiosa, historia, arte y religión en el área maya impartido por el CIESAS y la UNAM y el Diplomado en historia del arte universal por la Universidad Modelo. Es además, estudiosa sobre la historia de Yucatán con diversos cursos en el Centro Cultural Prohispen y el Colegio Peninsular Rogers Hall. Entre sus publicaciones se encuentra los libros “Llévanos en tu zabucán” y “En cuatro tonos de Rosado”. Ha participado también en publicaciones como el libro “Mujeres en tierras mayas” coordinado por Georgina Rosado y Celia Rosado Avilés y es frecuente colaboradora en diversos medios de comunicación impresos.