Hoy, en día existen grandes desafíos que conciernen a las ciencias humanas y, por supuesto, al área científica, por ello analizaremos los puntos de vista en una de las ciencias humanísticas, nos referimos a la Arquitectura.
El fenómeno de salud que vivimos en estos tiempos aciagos de pandemia del COVID-19 es un periodo de confinamiento o aislamiento obligado, la humanidad enfrentó una inmovilidad mundial, por ello nos vimos a la tarea de ir en busca de los que forman parte de las prioridades cardinales para una sociedad, el lugar donde cohabitamos y como lo hemos sobrellevado, así pues, platicamos a distancia con el arquitecto Jorge Aizenman Stern, director en Arquitectura y Desarrollo Sustentable SC, quien nos comparte sus cavilaciones en tres lecciones de pandemia:
Primera lección
“Cada vez que a la humanidad nos acechan hechos cataclísmicos y los sobrevivimos, tenemos una oportunidad de oro para revalorar nuestra vida en sociedad. Al encontrarnos con nuestra movilidad reducida y acotando nuestro espacio/tiempo se ha creado un vacío sociocultural en nuestras vidas”.
Seré enfática, enormes ciudades en su nueva dimensión de adaptación tuvieron que re-entender este fenómeno natural de salud a bote pronto, porque constantemente están en metamorfosis acorde a nuevas adaptaciones con sus respectivas etapas en ciertas, o mejor dicho, variadas circunstancias de alerta, pues el ser humano no está preparado para enfrentar su coexistencia de la mejor forma, en su adaptación de trabajo (lugar de oficinas), vivienda (casa propia o departamental), el ámbito educativo (kínder Garden, colegios, universidades, centros de investigación) y, por supuesto, el espacio recreativo (parques, cines, teatros etcétera).

Ahora bien, no debemos perder de vista que es necesaria una restructuración desde la primera planeación bajo el concepto de resiliencia urbana, esto nos comenta el arquitecto Aizenman: “Muchos de nosotros hemos ocupado ese vacío, que normalmente se llena con actividades de producción y consumo de bienes y servicios, con lo que se puede llamar tiempo creativo o dedicado al Arte. Esto es, nos vemos obligados, no sólo por salud mental a ser más creativos con nuestro tiempo y el ambiente que habitamos. En sí, esto para mí es algo positivo en muchos niveles. Efectivamente la relación con nuestro espacio vital se vuelve más simbólica y profunda”.
¿Debe la arquitectura tener presencia en las políticas públicas, hacerse notar para aportar desde su trinchera la toma decisiones que piden la sociedad en los espacios urbanos y definir que ciudades debemos tener para nuestro bienestar, necesitamos vivir con equilibrio y flexibilidad más en tiempos de catástrofes pronunciados por la naturaleza cuando se revela asimismo el caso del aislamiento causado por una pandemia?.
Segunda lección
“Otro aspecto en que hemos salido airosos como sociedad cosmopolita en pandemia, es la resiliencia con la que los sistemas socioeconómicos han sorteado esta. Esto es, creo yo, gracias al nivel de autonomía que estos sistemas han alcanzado en relación con el ser humano; así como a la creciente demanda de sistemas híbridos humano-máquina-medio ambiente-inteligencia artificial, de los cuales dependemos cada vez más y que hasta ahora, han garantizado nuestra sobrevivencia como comunidad global ultramoderna a pesar de las fallas y alineación que estas pudieran causar”.

Estamos conscientes que la arquitectura no puede tener soluciones inmediatas a las demandas de una sociedad en situaciones de emergencia como la que estamos viviendo, no se pueden transformar los edificios, casas, colegios, oficinas, espacios públicos o los límites de una ciudad a otra para la sana distancia física entre los seres humanos.
Tercera lección
“Nuestras prácticas diarias se han tenido que adaptar al confinamiento, ya sea con el trabajo y educación a distancia, las compras y el abasto por internet, etc. En la práctica en sí de la Arquitectura y la educación de futuros arquitectos, estas se han adaptado efectivamente al modo remoto; sin embargo, en la Arquitectura, aunque existen y se glorifica al Arquitecto estrella y visionario del cual todo depende, para mí las mejores propuestas siempre han sido un proceso co-creativo que involucra diferentes sensibilidades y que depende mucho de la cercanía física de mentes pensantes que dialogan y discuten sobre la mejor aplicación de las opciones arquitectónicas. La retroalimentación in situ en un proyecto arquitectónico para mi es vital”, afirma el arquitecto Aizenman.

Quise terminar esta conversación de larga distancia con mi estimado Jorge Aizeman con una reflexión: la arquitectura, a raíz de esta epidemia universal, debe repensar en los futuros espacios desde perspectivas con accesibilidad, iluminación, ventilación, armonía y sin olvidar los cambios de fenómenos climáticos y de salud.
“Sí, mi conclusión es la siguiente. Para el futuro cercano es obvio que la sociedad aborrece el vacío urbano sociocultural, y tan pronto se de la “luz verde”, volveremos a la conglomeración habitual, pero ya no será lo mismo. Haber sufrido el confinamiento y el control y restricción a la movilidad, ha despertado, creo yo, a un nivel mundial, la añoranza por un espacio/tiempo creativo y menos consumista en el sentido tradicional.”

Jorge Aizenman es graduado en Harvard University en Arquitectura-Urbanismo y egresado del BA en Diseño Sustentable en la UB Berkeley. Capitán de trabajo en Smith-Millert Hawkinson Architects en New York (1991-1992). Actualmente, director de Arquitectura Desarrollo Sustentabe SC en Ciudad de México.
Responder