Mientras el presidente señala a los “aspiracionistas” con sus declaraciones de: “no debe de importarnos el dinero", su hijo vive la opulencia fuera de México.

Estamos llegando a la mitad del tercer trimestre de este 2021, en el que ya podemos concluir, y con mucha razón, que nuestra forma de convivencia social tal como la conocimos ha cambiado.

"La historia la escriben los vencedores" es una frase que toma total trascendencia al referirnos a etapas de la historia de nuestro país que por esa obviedad hemos pasado por alto.

Si el anterior presidente nos tenía acostumbrados a pifias “presidenciales” un día si y el otro también, en este sexenio la constante ha sido la polarización de la sociedad.

En Campeche, a horas de realizarse el proceso electoral que habrá de elegir al gobernador, 35 diputaciones, 13 alcaldes y 22 juntas municipales, se vive un clima de relativa incertidumbre, no únicamente por los resultados, sino por el desarrollo de la jornada electoral y sus consecuencias.

Con una “bofetada con guate blanco” la naturaleza misma se encargó de sacudir esas estructuras forjadas en el aire, dando lugar a un fenómeno que tal vez pudiera denominarse “la transmutación del arte”, una transformación obligada por las circunstancias más que pensada.

¿Será acaso que las campañas mediáticas masivas de algunos temas son magnificadas o diseñadas para mantener el estado de psicosis y el miedo en la gente?